Sábado 24 de septiembre, Día de las Misiones del Movimiento Misionero Mundial, la Iglesia tendrá un día de clamor, ruego, oración y ayuno por la Obra del Señor -sobre todo-, por los campos misioneros, para que Dios siga llamando a más obreros y se integren a las filas de esta misión que nos fue encomendada: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura”, Marcos 16:15.
Esta convocación se realiza en favor de la labor misionera en todo el mundo, presente en el corazón de los que pertenecemos a la Obra del Señor, por ello mensualmente recogemos una ofrenda que es enviada exclusivamente para apoyar esta loable labor. Pero en este día miles de hermanos con corazones sinceros se desprenderán con un aporte especial.
La Obra sigue creciendo; pero hay lugares que podrían crecer y avanzar mucho más, si nos esforzamos y aportamos económicamente se podrían adquirir nuevos terrenos, construir templos, fundar hogares para niños, establecer escuelas, etc.
Ese día, muy especial para la Iglesia del Señor, muchos hermanos con amor a la Obra orarán y se desprenderán con un aporte especial en favor de la OBRA MISIONERA. Unámonos y colaboremos constantemente con la Obra misionera.
“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán”, Salmo 126:5.