“No hay duda, son muy similares. Los fenómenos de 1982-1983 y 1997-1998 fueron los de mayor impacto en el anterior siglo y en muchas maneras parece que ahora vemos una repetición”,explicó a BBC Mundo el experto de la NASA William Patzert.
El investigador, especialista en análisis de fenómenos climáticos relacionados a la circulación oceánica y el aire, añadió que en esta ocasión “es casi un hecho que los impactos serán enormes”.
1. Océanos crecidos
Alturas muy superiores a los usuales en el nivel del oceáno Pacífico son un indicador de que existe una gruesa capa de agua caliente.
En ambos mapas, generados por satélite, se ve “el patrón clásico” del fenómeno cuando ya está casi o completamente desarrollado.
2. No disminuye
El Niño es un fenómeno natural que ocurre cada dos a siete años cuando las aguas cálidas de la región central del océano Pacífico se expande hacia el este, acercándose a las costas de América.
Normalmente alcanza su momento más agudo a finales de año pero sus efectos se sienten a lo largo de la primavera del hemisferio norte y pueden durar hasta los 12 meses siguientes. Sin embargo, como señala la NASA, el fenómeno de este año no está mostrando signos de disiparse.
3. Altas temperaturas
Patzert explicó a BBC Mundo que el calentamiento global que actualmente atraviesa el planeta es un factor nuevo que influye en los efectos y la naturaleza del fenómeno de El Niño.
“El planeta está más caliente ahora, eso es un hecho importante. Un planeta más caliente genera consecuencias más peligrosas, eventos más extremos”, precisó el analista de la NASA.
Fuente: BBC