Según los testigos, las autoridades ordenaron la destrucción del templo, donde el pastor Jiangong Li y su esposa, Ding Cuimei, reunían a su congregación. Excavadoras y tractores se dirigían al edificio, sin embargo, Li y Ding trataron de detener su avance colocándose en frente de las máquinas, pero fueron deliberadamente arrojados a una zanja y luego una excavadora cubrió sus cuerpos con tierra.
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Mientras que Li fue capaz de cavar para salir del hoyo enterrado, su esposa murió sofocada bajo la tierra antes de que pudiera ser rescatada. El hecho fue divulgado por dos oficiales responsables del crimen, los cuales fueron detenidos y serán juzgados por el crimen. Un miembro del equipo de demolición dio la orden clara: “Entiérrenlos vivos. Asumo la responsabilidad por sus vidas”.
Bob Fu, presidente de una organización cristiana, lamentó el crimen brutal: “Atropellaron y enterraron viva a Ding Cuimei, una mujer cristiana pacífica y fiel, fue un asesinato cruel”. Fu, volvió a pedir ayuda a los gobiernos del mundo para que condenen la falta de libertad religiosa en suelo chino.
La demolición de los templos es sólo una parte de la gran ola anti cristiana que ha tenido China en los últimos años. Se ha anunciado que hay un intento de acabar con los cristianos en el país, dirigidos por el Partido Comunista. La detención de los pastores y la eliminación forzada de cruces en lugares de culto se han convertido en rutina. Sin embargo, este es el primer caso registrado de muerte pública.
Fuente: noticiacristiana