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Según el diario Gospel Prime, más de la mitad de la población del país se declara budista y el 38.6 % no profesa ninguna religión. Mongolia recibió sus primeros misioneros en 1992. En la actualidad, ya hay aproximadamente 40 mil cristianos. El crecimiento de la iglesia en estos 25 años ha sido sorprendente.
Hace un año, Jesucristo llamó a la misión evangelística en Mongolia al brasileño Lucas Oliveira. De inmediato, él y su familia (esposa y dos hijos) se pusieron a disposición del Señor. Estos misioneros han comprendido que, la ubicación céntrica que tiene Mongolia en el continente asiático, permitiría que se propague la Palabra de Dios en países cercanos como China, Corea del Norte, entre otros.
“Los mongoles son, en su mayoría, nómadas (van de un lugar a otro). Por lo que tienen buena relación con los países vecinos y aprenden diferentes lenguas con mucha facilidad. Además, se sustentan con muy poco dinero. Todas estas características hacen de ellos el arma secreta de Dios para evangelizar (Asia)”, explicó el misionero.
Un mongol convertido a Cristo es un instrumento potencial para la obra misionera. Por esta razón, Lucas ha iniciado capacitaciones para que puedan avanzar las fronteras llevando el mensaje del evangelio. ¡Elevemos nuestras oraciones al trono de Dios para que el evangelio se siga difundiendo por todo el mundo! ¡Oremos por más misioneros!
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