El biotecnólogo y científico Yemení Hashem Al-Ghaili, es el responsable del invento Echolife que con sus 65 laboratorios independientes, pretende albergar a 30 mil fetos humanos en úteros artificiales imitando las condiciones de un aparato materno; es decir, experimentar un “nacimiento” en un útero artificial.
El creador pretende difundir, con sus más de 33 millones de seguidores, una idea a largo plazo que apunta a la realidad, y que además abrirá un debate moral pues se estima que los fetos de diseño gozarán de vigilancia sofísticada, y serían modificados genéticamente para no tener defectos.
Estos laboratorios sobre los posibles usos del útero artificial, crearán un futuro en el que puedan formar parte de la elección del estilo de vida de las mujeres, y para los homosexuales. Ante esta desfasada idea, los médicos conservadores emitieron un comunicado resaltando las consecuencias del comportamiento social que tendrá la igualación de lo artificial con lo natural.
“Sacar el embarazo del cuerpo de la mujer sería un cambio radical que no somos capaces de imaginar ya que las consecuencias serían fatales. Aunque lo más probable es que no tardemos mucho en conocerlo pues vamos creciendo en tecnología y es inevitable detener los avances”, menciona Samantha Allen de Daily Beast.