Luego de volver a la vida, el diagnóstico parecía empañar la felicidad de esa segunda oportunidad pues le dijeron que estaría tetrapléjico debido a la caída; había creído que regresar de la muerte era un milagro, por lo que no se limitó a creer que Jesús lo sanaría, como había hecho tantas veces en las que había orado por otros.
“Le dije a los médicos: ustedes no conocen a Jesús”, informó. Buscando otro milagro, el pastor de James contó todos los milagros que vió a través de la oración. “Estaba en una cama de hospital conectado a muchos tubos. El informe del doctor fue malo, muy malo. Pero el informe de Jesús fue que no se convertiría en tetrapléjico”, recuerda el valiente doctor.
Clamaron por una intervención de Dios. “Todo vino, él y su equipo, y oraron por mí. Cuando el hombre no tiene camino, Dios tiene un camino, y estoy muy agradecido. Las promesas de Dios son verdaderas. Solo alabo a Dios por las personas que caminan en él y creen en él. No se basa en lo que ves, sino en la verdad”, contó él en su testimonio.
Pasados los días, James comenzó a mover los brazos y progresivamente sus piernas, por lo que se reafirmó su convicción de que el cumplimiento de la Palabra de Dios estaba sucediendo, pues con un diagnóstico como el que le dieron, este definitivamente era un milagro.
Una vez recuperado 4 meses después del accidente, James volvió a sus actividades como pastor, además de predicar también visitó y oró por otros enfermos.“Jesús nos ama tanto, así que nunca te rindas. He visto miles de curaciones y cosas asombrosas. Siempre por lo que Él hizo por mí, haciendo por los demás”, finalizó.