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07 de Diciembre del 2012
¿El matrimonio en riesgo?
El matrimonio es uno de los regalos más maravillosos y perdurables que ha hecho Dios a la
El matrimonio es uno de los regalos más maravillosos y perdurables que ha hecho Dios a la humanidad. Este plan divino les fue revelado a Adán y Eva en el huerto del Edén, pero ahora la unión homosexual pretende acabar con esa institución histórica.
El matrimonio fue descrito sucintamente en Génesis 2:24, donde leemos: “por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. Con estas veintitrés palabras, Dios anunció la ordenación de la familia, mucho antes que estableciera las otras dos grandes instituciones humanas, la iglesia y el gobierno.
Han pasado cinco mil años de historia registrada, pero cada civilización en la historia del mundo se ha comunicado sobre este mandato. A pesar de los escépticos de hoy que afirman que el matrimonio es una invención pasada de moda hecha por cristianos de mentes cerradas, el deseo de hombres y mujeres de “dejar” y “unirse” ha sobrevivido y prosperado a través de tiempos de paz, prosperidad, hambrunas, guerras, epidemias y cualquiera otra posible circunstancia y condición. Ha sido el fundamento de la cultura en Asia, África, Europa, Norteamérica, Sudamérica, Australia e incluso la Antártica. Dada esta continuidad, uno podría empezar a sospechar que algo místico dentro de la naturaleza humana debe estar llevando a los sexos opuestos para que se unan, no solo con fines de reproducción como ocurre en los animales, sino para satisfacer un anhelo irresistible de compañerismo, intimidad y unión espiritual.
Debe admitirse que ha habido periodos en la historia cuando la homosexualidad ha florecido. Como en las ciudades bíblicas de Sodoma y Gomorra, también en la antigua Grecia y en el Imperio Romano. Ninguna de estas civilizaciones sobrevivió. Es más, aún cuando se toleró la perversión sexual, el matrimonio siguió siendo honrado por leyes y costumbres.
Solo en los últimos años países como Holanda y Bélgica han legalizado lo que se conoce como “matrimonio gay”, es decir, matrimonio homosexual, dándole un estado legar igual a las uniones entre un hombre y una mujer. El impacto de ese enorme experimento sociológico ya no es solo especulación. Podemos saber a dónde conduce este experimento si observamos a las naciones escandinavas de Noruega, Dinamarca y Suecia, cuyos líderes en la década el 1990 aceptaron de facto los matrimonios entre homosexuales. Las consecuencias para las familias tradicionales han sido devastadoras. La institución del matrimonio en esos países está muriendo rápidamente, pues la mayoría de las parejas jóvenes están cohabitando o diciendo mantenerse solteros. En algunas partes de Noruega, 80% de los hijos primogénitos han sido concebidos fuera del matrimonio, como ocurre con 60% de los nacimientos subsiguientes. Pareciera que sabotear el antiguo plan para los hombres y las mujeres significa la ruina para todo lo relacionado a él.
Para decirlo en pocas palabras, la institución del matrimonio representa el fundamento mismo del orden social humano. Todo lo que es de valor se asienta sobre esta base. Las instituciones, los gobiernos, el fervor religioso y el bienestar de los niños dependen de su estabilidad. Cuando se la debilita o socava, toda la superestructura empieza a tambalearse.
CONTRA GOMORRA
Cuando el matrimonio funciona como debe, es bueno para todos: para los hombres, para las mujeres, para los hijos, para la comunidad, para la nación y para el mundo. El matrimonio es el medio por el cual se propaga el género humano, y el medio a través del cual la enseñanza espiritual se pasa de una generación a la siguiente. Las investigaciones demuestran en forma consecuente que a los adultos heterosexuales casados les va mejor en prácticamente cada aspecto relacionado con la salud emocional y física que a las personas divorciadas o que nunca se casaron. Viven vidas más largas y más felices. Se recuperan de las enfermedades más rápidamente, ganan y ahorran más dinero, son trabajadores más confiables, sufren menos tensiones y están menos propensos a ser víctimas de algún tipo de violencia. Disfrutan de la tarea de criar a los hijos, y tienen vidas sexuales más satisfactorias.
La familia tradicional y el matrimonio como se los ha definido desde los comienzos del tiempo están entre las pocas instituciones que, en efecto, han sobrevivido la prueba del tiempo. Si nosotros ahora decidimos mantenernos al margen mientras tratan de derrocar estas instituciones, la familia como se ha conocido durante milenios habrá desaparecido. Y con su desaparición, el caos que vendrá al mundo será como nunca se ha visto antes.
UNA HISTORIA RECIENTE
Para entender mejor por qué el matrimonio se ha vuelto tan frágil después de haber sobrevivido tanto tiempo, tenemos que dar un vistazo a la historia reciente. Uno de los primeros y más desastrosos golpes llegó en 1969, cuando la primera ley de divorcio sin culpa, desarrollada por teóricos radicales especialistas en el tema de la familia, se firmó en California. Con un plumazo, el “hasta que la muerte nos separe” se transformó en opcional.
En los años que siguieron, cada estado adoptó alguna forma de divorcio sin culpa y por primera vez en la historia de los Estados Unidos, la aceptación del matrimonio como un contrato social y espiritual permanente dejó de tener el respaldo de la ley. Y una vez que los heterosexuales se deshicieron del “mientras los dos estemos vivos”, que es un componente esencial del matrimonio, fue solo cuestión de tiempo antes que alguien tratara de sacar la parte fundamental “esposo y esposa”.
El resultado de este alejamiento del sistema de valores judeo-cristianos ha sido la desestabilización del matrimonio y la introducción de otras ideas “nuevas” propagadas ahora por los medios de comunicación. Hoy, aquellos que ayudaron a destruir la familia histórica están usando la debilidad que ayudaron a crear como justificación para los matrimonios homosexuales.
GANAR LA BATALLA
Un argumento en favor del matrimonio homosexual se encuentra contenida en este tipo de preguntas: ¿Por qué tanto escándalo con eso de los matrimonios entre homosexuales? Y, ¿qué le importa a usted que una pareja de homosexuales se case y se vaya a vivir a su barrio? ¿Por qué no ser más abiertos y modernos en nuestra definición de lo que es una familia? Después de todo, ¿qué daño podría causar ceder a las demandas de los que dicen que los conceptos tradicionales sobre la familia son anticuados e irrelevantes?
Hay muchos argumentos convincentes contra el matrimonio entre homosexuales aquí los principales once.
1.- La legalización de los matrimonios homosexuales destruirá rápidamente la familia tradicional.- En los países escandinavos el matrimonio homosexual de facto destruye al matrimonio verdadero. Estas dos instituciones no pueden coexistir porque representan puntos opuestos del espectro. Primero, cuando cualquier Estado aprueba las relaciones homosexuales y les da su bendición, la generación más joven tiende a confundirse sobre la identidad sexual y rápidamente pierde la capacidad de entender los compromisos de por vida, los vínculos emocionales, la pureza sexual, el papel de los hijos en una familia y, desde una perspectiva espiritual, la “santidad” del matrimonio. Segundo, la legalización de los matrimonios gay conducirá inexorablemente a la poligamia y a otras alternativas a la unión entre un hombre y una mujer. La tercera razón por la que el matrimonio entre homosexuales destruirá el matrimonio tradicional es que esta es la meta final de los activistas y no van a descansar hasta que la alcancen. La historia del movimiento de los homosexuales y las lesbianas muestra que sus adherentes rápidamente mueven la línea una vez que la meta inmediata se ha alcanzado, dejando en evidencia sus objetivos aun más escandalosos y atroces.
2.- Los que más sufrirán serán los hijos.- Las implicaciones para los niños son profundas en un mundo de familias en decadencia. Debido a que los homosexuales son raramente monógamos y que a menudo tienen trescientos o más compañeros durante el transcurso de la vida. Esto es devastador para los niños, que por naturaleza son criaturas enormemente conservadoras. Más de diez mil estudios han llegado a la conclusión de que los niños funcionan mejor cuando se crían con madres y padres amorosos y dedicados. Es menos probable que tengan problemas con drogas, menos probable que repitan algún grado en la escuela, menos probable que abandonen sus estudios, menos probable que lleguen a cometer suicidio, menos probable que vivan en la pobreza, menos probable que lleguen a ser delincuentes juveniles y, en cuanto a las niñas, menos probables que lleguen a ser madres adolescentes.
3.- En cada estado, las escuelas públicas aceptarán la homosexualidad.- Con la legalización de los matrimonios homosexuales, los libros de texto, aun en las regiones conservadoras, tendrán que presentar las relaciones hombre/hombre y mujer/mujer, y las historias escritas para niños tendrán que dar igual espacio y énfasis a los homosexuales. ¿Cómo puede un niño, recién salido de la edad infante, comprender el sentido de la sexualidad de los adultos? La respuesta es que no pueden.
4.- Las leyes de adopción quedarán instantáneamente obsoletas.- Desde el momento en que los matrimonios entre homosexuales se legalicen, los tribunales no podrán favorecer a una pareja formada por un hombre y una mujer en asuntos de adopción. A los niños los pondrán tanto en hogares con padres del mismo sexo como en hogares que tienen una mamá y un papá.
5.- Los programas del cuidado de niños serán impactados en forma dramática.- A los padres sustitutos se les exigirá someterse a un “entrenamiento de sensibilidad” para liberarse de prejuicios que favorezcan la heterosexualidad, y tendrán que aceptar la homosexualidad en niños y adolescentes.
6.- El sistema de cuidado de la salud se tambaleará y hasta es posible que colapse.- Esta podría ser la gota que haga rebasar el vaso en lo que respecta a la industria del seguro en las naciones occidentales, al haber millones de nuevos dependientes elegibles para cobertura. Bastará que un paciente que tenga VIH encuentre un compañero para recibir la misma cobertura que se ofrece a un empleado. Algunos analistas estiman que puede anticiparse un drástico incremento en las primas, y que no será rentable para las compañías seguir en el negocio.
7.- El Seguro Social sufriría seriamente.- De nuevo, con millones de nuevos dependientes elegibles. ¿Qué ocurriría al sistema del Seguro Social -que provee jubilación o retiro-, y que ya está en peligro de bancarrota? Si da quiebra, ¿qué pasará con los ancianos que deben depender totalmente de ese exiguo apoyo?
8.- Es casi seguro que la libertad religiosa también estará en peligro.- Docenas de ejemplos muestran que la libertad religiosa en Canadá se está muriendo. Cualquiera cosa estimada como “homofóbica” es castigada con seis meses de cárcel u otros castigos severos.
9.- Otras naciones están observando con atención nuestra marcha hacia la legalización de los matrimonios entre homosexuales y es probable que nos imiten.- El matrimonio entre homosexuales se extenderá por todo el mundo, como ocurrió con la pornografía después que la comisión Nixon declaró el material obsceno “beneficioso” para la humanidad. Casi instantáneamente, los países de habla inglesa liberalizaron sus leyes contra la obscenidad.
10.- El Evangelio de Jesucristo será seriamente reprimido.- Desde el principio, la familia ha sido el principal vehículo de Dios para la evangelización. Su tarea más importante ha sido la propagación del género humano y el traspaso de la fe a nuestros hijos. Malaquías 2:15, que se refiere a los esposos y a las esposas, dice: “¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud.”
11.- La cultura de la guerra pasará y pronto el mundo podrá llegar a ser “como en los días de Noé” (Mateo 24:37).- Este es el momento climático en la batalla para preservar la familia, y las generaciones futuras son las que corren riesgos. Esta visión apocalíptica y pesimista de la institución de la familia y su futuro quizá suene alarmista para algunos, pero se probará estar acertada a menos que el pueblo de Dios despierte y empiece una vigilia de oración más grande, aun por nuestra nación. (Tomado del libro “El Matrimonio bajo ataque” del Dr. James Dobson)
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