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15 de Febrero del 2013
Cinco décadas evangelizando
El Movimiento Misionero Mundial conmemora en febrero el cincuenta aniversario de su fundación. Cincuenta años en las que la Obra de Dios ha iluminado el planeta con la Palabra de Dios.
En enero de 1963, el hermano Luis M. Ortiz tras desligarse de las “Asambleas de Dios” se entregó al ayuno y la oración en busca de la dirección del Espíritu Santo, para edificar una Obra evangelística de gran impacto para el mundo entero. Tras permanecer encerrado en su hogar en la ciudad puertorriqueña de Bayamón, y luego de innumerables oraciones, el Todopoderoso le habló y le dijo: “levántate del muro de las lamentaciones, y sigue trabajando para mí”.
La idea del pastor Ortiz era laborar conforme a las leyes de Puerto Rico y adecuarse a los requerimientos gubernamentales. Por eso oró para encontrar el nombre adecuado para la nueva Obra. Primero pensó en la palabra “concilio”, pero desestimó tal vocablo porque había sido atropellado por muchos seudos cristianos a lo largo de la historia moderna. Hasta que llegó el momento que el Altísimo le proporcionó el nombre buscado: “Movimiento Misionero Mundial”. Un nombre que posteriormente fue refrendado en una reunión familiar.
NACIMIENTO DEL MOVIMIENTO
Ortiz, según su propio testimonio, reunió a sus familiares en su casa y les informó que la idea era registrar a la nueva Obra ante las autoridades puertorriqueñas y así poder trabajar con total tranquilidad. Luego, añadió que le desagradaba la palabra “concilio” por haber sido tan estropeada en el pasado. Asimismo, evitó pronunciar el nombre que el Señor le había dado. Entonces, sucedió lo que debió suceder, conforme lo relató después a través de una serie de crónicas titulada “Algunos fallidos intentos del León Rugiente” en las que reveló cómo se gestó la creación del MMM.
A finales de los años ochenta, a través de la revista Impacto Evangelístico, el misionero reveló que en aquella cita: “alguien dijo: pues, entonces, Movimiento. Mi respuesta fue: ¡qué bueno, Movimiento!, pero ¿qué clase de Movimiento? Mi hermana Matilde dijo: tu llamamiento es para la obra misionera, pues Movimiento Misionero. Respondí: qué bueno, Movimiento Misionero, pero ¿Movimiento Misionero de Puerto Rico? Entonces mi esposa dijo: no, nuestra visión es el mundo; debe ser: Movimiento Misionero Mundial. Entonces les dije que esa era una confirmación de parte del Señor, pues Él me había dado ese nombre: Movimiento Misionero Mundial”.
Ortiz, su esposa Rebecca Hernández, familiares y un grupo de fieles, prepararon la documentación necesaria y el miércoles 13 de febrero de 1963, registraron la Obra del Creador ante el gobierno puertorriqueño y obtuvieron el certificado de incorporación del Movimiento Misionero Mundial. Así este hombre de fe, promotor de la sana doctrina, empezó su labor internacional sin dinero, sin posesiones materiales, sin respaldo de ningún concilio, sin renombre popular, totalmente desconocido para muchos y desechado para otros, pero con un incuestionable respaldo de Dios. No pasaría mucho tiempo para que esta Obra ingresara en diferentes países de América, Europa y finalmente del mundo entero.
EXPANSIÓN DE LA OBRA
La Obra de Dios comenzó en la urbanización Santa Juanita, en Bayamón, cuya Iglesia, a cargo del hermano José Luis Rosas, fue la primera congregación formal del Movimiento Misionero Mundial. En ese mismo año, 1963, gracias a la ayuda del Señor y la inmensa vitalidad de Luis M. Ortiz y sus colaboradores, la nueva congregación se extendió a Cuba. Luego, en los años posteriores, el MMM se robusteció con el ingreso de Colombia, Estados Unidos, República Dominicana, Honduras, El Salvador, Panamá, Venezuela, Brasil, Nicaragua, Ecuador, Chile, Paraguay, Perú, Bolivia, Guatemala, Argentina, Bonaire, México, Guyana Inglesa, Surinan, Trinidad y Tobago, Canadá, Guyana Francesa, Uruguay, Belice, Costa Rica, Curazao, Haití, Jamaica y Aruba.
El Movimiento Misionero Mundial, conforme a su visión global, no se quedó sólo en América Latina y del Norte. En poco tiempo, extendió su espíritu evangelizador por el Viejo Continente. En primera instancia, llegó en 1964 a Portugal y de allí se propagó por el resto de Europa. Así, bajo la atenta mirada y dirección del pastor Ortiz y de su esposa Rebecca Hernández, la Obra inauguró un sinnúmero de iglesias en las naciones de España, Francia, Holanda, Alemania, Italia, Suiza, Bélgica, Inglaterra, Austria y Suecia.
Del mismo modo, el MMM también se agrandó por el resto del planeta con obras establecidas en Oceanía, África, Asia y Medio Oriente. La primera de ellas fue la fundada en 1983 en Guinea Ecuatorial. Luego, conforme pasaron los años, la Obra llegó en el continente africano a Gabón, Camerún, Congo, Ghana, Madagascar, Isla Mauricio y Nigeria. Asimismo, en territorio asiático, se asentó en la India, Japón, Filipinas, Malasia y Myanmar. De igual forma, en el continente insular se instaló en Islas Rodrigues y Australia. Además, llegó a Israel y Kuwait y en la actualidad tiene sesenta obras establecidas en todo el mundo.
INSTITUTO BÍBLICO ELIM
El Movimiento desarrolla una amplia labor a favor de la propagación de la sana doctrina a través del Instituto Bíblico Elim, la Escuela Teológica de la Obra de Dios, que tuvo sus orígenes en Cuba a inicios de 1959, cuando un grupo de obreros del Señor de nacionalidad puertorriqueña, acudieron al archipiélago cubano para impartir el primer curso bíblico. Sin embargo, el 4 de febrero de 1964 la institución se trasladó a San Juan, Puerto Rico, y desde ese lugar se proyectó a la capacitación de los nuevos mensajeros de la Palabra de Dios.
Por inspiración del Espíritu Santo y de su fundador, el reverendo Luis M. Ortiz, el Instituto Bíblico Elim se diseminó en primer lugar en varios de los países centroamericanos donde la Obra tenía presencia. Luego, se extendió por todo el continente latinoamericano. En tanto que, en sus primeros años, su director fue el pastor Ortiz y sus primeros maestros fueron los hermanos Inocencio Román y Matilde Ortiz. A partir de los años setenta, la institución fue dirigida por el hermano Abimael Román. Posteriormente, pasó en manos del reverendo Rubén Rosas, y luego la condujo el pastor Ramón Aponte. En la actualidad, la institución está a cargo del pastor Roberto Cuadrado.
ESCUELAS DOMINICALES
Hace cincuenta años que el Movimiento Misionero Mundial, sobre la base del trabajo realizado por el filántropo inglés Robert Raikes en el siglo XVIII, ha desplegado todo el esfuerzo necesario para convertir a las Escuelas Dominicales en un gran y maravilloso imán de fe dirigido a cientos de millones de niños y niñas de todo el planeta. Una sólida estructura educacional y espiritual, tejida alrededor del mundo, capaz de atraer con amor y paciencia a las almas más tiernas y puras hacia los pies de Jesucristo.
Con presencia en los cinco continentes, las Escuelas Dominicales del MMM son el taller ideal donde se moldea a los futuros seguidores del Señor. Todos los centros de instrucción de la Obra de Dios disponen de un plan de estudios moderno que otorga preferencia al uso de recursos tecnológicos para la familiarización con la Palabra de Dios. Los alumnos que asisten a las Escuelas Dominicales del Movimiento Misionero Mundial, alrededor de la tierra, además reciben una instrucción bíblica de altísima calidad orienta a formar personas con valores sólidos. También reciben clases de arte, música, etc.
LABOR SIN BARRERAS
El trabajo de fe efectuado por el Movimiento Misionero Mundial también incluye a toda la humanidad y llega incluso hasta los lugares menos pensados como las cárceles y presidios de ciertos puntos de América Latina. Al respecto, hace 19 años que, en una labor que no conoce de obstáculos, la Obra de Dios a través de su Iglesia en Perú es fuente de esperanza y salvación para un gran grueso de peruanos execrados por su sociedad. Así, con la dirección del pastor Teófilo Estrada, el MMM del Perú trabaja a diario en diversos establecimientos penitenciarios del territorio peruano llevando La Palabra del Dios Altísimo.
Con cerca de dos décadas de labor, el quehacer penitenciario del Movimiento Misionero Mundial, que viene siendo replicado en Colombia, Bolivia y Argentina, está enfocado principalmente a convertir en realidad el milagro de la redención. En la actualidad, con diecisiete iglesias establecidas dentro del penal de Lurigancho, una de las prisiones más peligrosas según National Geographic, este emprendimiento de la Obra se impone como un gran ola evangelizadora que día a día recupera a personas que alguna vez optaron por el camino de la delincuencia y hoy andan por los caminos del Señor como criaturas nuevas liberadas del mal.
MEDIOS DEL SEÑOR
Desde la internet, la radio, la televisión y la prensa escrita, la Obra de Jesucristo difunde sin descanso el Evangelio hace cincuenta años con un infrecuente éxito para los medios de comunicación especializados. Todo comenzó hace 52 años, en enero de 1961, cuando el reverendo Luis M. Ortiz editó el primer número de la revista Impacto Evangelístico como lo confesaría tiempo después sin “mucha inversión económica, ni costosos materiales de impresión; pero sí con un contenido celestial que logró cautivar a cientos de lectores”.
En sus cinco décadas de historia ha iluminado al pueblo cristiano mundial con información constructiva y la data exacta sobre la Palabra del Dios Todopoderoso. Asimismo, es un instrumento ideal de Cristo para llevar el mensaje de salvación a millones de personas del mundo entero y un mudo testigo de innumerables transformaciones de fe. De momento, su tiraje es de cerca de doscientos mil ejemplares.
Otra de las grandes obras del Movimiento Misionero Mundial en materia de comunicaciones es Bethel Tv, el canal para la felicidad de la familia, que fue inaugurado en el Perú el 27 de enero del 2000. Con seis satélites que le permiten tener cobertura en América, Europa, Asia, Oceanía y parte de África, con una señal que llega a todo el mundo en alta definición. Además, existen otros emprendimientos radiales del Movimiento Misionero Mundial en las sesenta obras establecidas a nivel mundial que contribuyen a engrandecer el trabajo misionero.
La Palabra de Dios reluce también, con brillo propio, en la red de redes, la internet, gracias a la labor del Movimiento Misionero Mundial. Hoy, casi doce años después, el MMM y la internet forman una provechosa sociedad. En la red se puede ubicar con facilidad espacios en materia de evangelización: la web Bethel Tv, y el site “Volvamos a Dios”, entre otros. También desde finales de 2012, tenemos la web oficial del Movimiento Misionero Mundial: www.movimientomisioneromundial.org
GRANDES ACONTECIMIENTOS
La naciente Obra de Dios celebró en 1968 su Primer Congreso Internacional en el país que lo vio nacer: Puerto Rico. El evento se realizó del 4 al 9 de junio y congregó a miles de hermanos de diferentes países donde el Movimiento Misionero Mundial sentó sus primeras bases. Después, dos años más adelante, el MMM efectuó su Segundo Congreso Internacional que volvió a ser realizado en la Isla del Encanto. De igual forma, en 1972, se desarrolló el Tercer Congreso Internacional en suelo boricua con una masiva concurrencia del pueblo del Señor.
Catorce años luego de su primer evento internacional, el Movimiento Misionero Mundial materializó su Cuarto Congreso Internacional en los Estados Unidos del 27 al 31 de julio de 1982. Cinco años más adelante, del 23 al 28 de febrero de 1987, se celebró en Panamá el Quinto Congreso Internacional de la Obra con la presencia de 28 delegaciones internacionales. Luego, del 5 al 10 de abril de 1993, el Sexto Congreso Internacional se efectuó en suelo americano y concitó la atención de miles de creyentes de más de 34 países representados en el evento.
En el inicio del siglo XXI, con 37 años de trabajo evangelístico y pregonando las buenas nuevas alrededor del mundo, la Obra logró realizar con éxito su Séptimo Congreso Internacional en Panamá del 22 al 27 de mayo del 2000. Esta actividad, alcanzó a congregar a más de ocho mil personas de 48 naciones, en las instalaciones del gimnasio deportivo La Arena Roberto Durán. Después, entre el 22 y el 26 de mayo del 2007, el MMM desarrolló su Octavo Congreso Internacional en suelo panameño con la intervención de diez mil personas de los cinco continentes. En el presente año, en el marco de su cincuenta aniversario, la Obra celebrará su Noveno Congreso Internacional de nuevo en Panamá.
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