¿Cómo eran las condiciones políticas, sociales y religiosas en la época de Cristo? Desde el punto de vista humano, muchas de las cosas que sucedieron en la vida de Jesús estaban relacionadas con la situación del hombre en sus tiempos. El descontento de los judíos con el gobierno romano, las instituciones del judaísmo, el surgimiento de partidos religiosos, las enseñanzas de las sectas judías y el sistema del Imperio romano fueron factores que influyeron en la forma en que Jesús sería recibido y en que se divulgaría el Evangelio después de su ascensión. Para entender realmente el Nuevo Testamento es necesario conocer su trasfondo histórico y religioso.
Escrito con la intención de proveer a los institutos bíblicos de habla hispana un libro acerca de los evangelios sinópticos, la obra Se hizo hombre es una cuidadosa investigación abreviada de la vida de Jesucristo que disemina, según su autor Pablo Hoff, una gran cuota de claridad sobre la situación histórica que afrontó el Hijo de Dios y explica las Sagradas Escrituras conforme a los fundamentos de la hermenéutica.
¿Cómo era Jesús realmente? ¿Qué enseñó? El fundador del cristianismo no puso por escrito ni una sola de sus enseñanzas, sino que las encomendó verbalmente a sus seguidores. Todo lo que sabemos acerca de la vida y el ministerio de Jesús de Nazaret se encuentra en cuatro libros llamados “los evangelios”. Aunque algunos historiadores de aquellos tiempos, como el judío Josefo y los romanos Tácito y Suetonio, lo mencionaron en sus escritos, en realidad no añadieron nada al relato de los evangelistas inspirados. Además, es evidente que los llamados “evangelios apócrifos”, escritos en los siglos posteriores a la época de Cristo, carecen de todo fundamento y no arrojan luz alguna sobre la vida de nuestro Señor.
Enfocado en los relatos de Mateo, Marcos y Lucas, el trabajo de Hoff, que fue publicado en 1990, proclama un mensaje de vida espiritual para el tiempo presente. Misionero estadounidense de vasta experiencia y con muchos años de servicio en América Latina, el escritor expone en su texto, de forma interpretativa, las distintas facetas de la existencia, el ministerio y las enseñanzas ofrecidas por el Redentor en su paso terrenal.
LIBRO REVELADOR
El estilo de enseñanza de Jesús se caracteriza por el uso del método parabólico. Marcos afirma: “Con muchas parábolas como estas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír. Y sin parábolas no les hablaba…” (Marcos 4:33-34). En el capítulo 6 hemos observado ya que Jesús siempre empleaba el lenguaje figurativo para ilustrar e iluminar sus pensamientos; en sus discursos abundan las figuras retóricas. Sin embargo, la parábola es más que la metáfora; es un símil elaborado. Los evangelios sinópticos presentan en total treinta parábolas, mientras que en Juan no hay ninguna. La mayor parte de ellas se encuentran distribuidas en tres partes:
a) las parábolas que se narran en Mateo 13 y los pasajes paralelos de Marcos 4 y Lucas 8; b) las que se hallan en Lucas 15 y 16; y c) las que se encuentran en Mateo 20-22.
Recomendado para ser leído luego de estudiar el Nuevo Testamento, Se hizo hombre descubre los escenarios político, social y religioso que cobijaron la presencia de Cristo entre los hombres. Con una pluma magistral, el siervo del Señor, quien predicó el Evangelio en Argentina, Bolivia y Chile, brinda una narración valiosa que nos transporta al primer siglo de nuestra era y nos hace vivir la historia más importante de la humanidad.
En las primeras etapas de su ministerio, nuestro Señor había hecho varias giras evangelísticas por toda Galilea. También había predicado en Decápolis y aun hasta Cesarea de Filipo, lugar situado muy al norte de Palestina. Con la ayuda de los setenta discípulos, acababa de evangelizar la región de Judea. Ahora solo le quedaba Perea por evangelizar, y allí ministró durante varios meses. Lucas nos cuenta que “Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén” (13:22). Juan agrega otros detalles. Con el fin de alejarse de sus enemigos de Jerusalén, fue al lugar donde había estado primero Juan y se quedó allí.
Autor de varios libros empleados en diversos centros de formación doctrinal y seminarios bíblicos de América Latina, entre los que se destacan Los libros históricos, El pastor como consejero y El Pentateuco, el teólogo estadounidense, que se graduó en la institución Taylor University, dividió su obra en dieciséis capítulos y la dotó con dos apéndices dedicados a los milagros y las parábolas de Jesús y a preguntas de estudio.
Llegamos ahora al gran discurso escatológico de Cristo, que se encuentra en los capítulos 24 y 25 de Mateo, con textos paralelos en Marcos 13 y Lucas 21. A modo de comparación diremos que el Sermón del Monte comprende tres capítulos, mientras que este solo comprende dos. En el Sermón del Monte hay muchos temas; en cambio, en el discurso pronunciado en el monte de los Olivos solo hay profecías. El expositor inglés Juan Gibson lo llama “las profecías del monte de los Olivos”. Nuestro Señor hizo este discurso después de haber salido del templo por última vez. Las profecías se relacionan con la ruina de Jerusalén, las pruebas por las que pasaría la comunidad cristiana, la gran obra de la evangelización del mundo y su propio regreso.
MANUAL NECESARIO
Los creyentes interesados en conocer las verdades sobre la encarnación de Dios por medio de Su Hijo pueden encontrar en Se hizo hombre temas de vital importancia, como el trasfondo histórico y religioso del Nuevo Testamento, las fuentes de la historia de Jesucristo, el nacimiento y la infancia del Mesías, el comienzo del ministerio de Jesús, el Sermón del Monte, el método parabólico y la preparación de los doce discípulos.
Llegamos al último día en la vida mortal de nuestro Salvador. Los evangelios sinópticos dedican aproximadamente una tercera parte de su texto a la descripción de la última semana en la historia de Jesús, y más de la décima parte al relato de las últimas veinticuatro horas, relacionadas con su pasión y muerte. Esto nos indica la gran importancia que tienen estos sucesos finales, y en particular, los padecimientos de Cristo. Aquí encontramos el mensaje central de las buenas nuevas: Cristo murió por nosotros, haciendo expiación por nuestros pecados. Así fue como proporcionó salvación a todos los que en Él crean.
Material obligatorio para todo aquel cristiano que desee conocer de cerca la vida de Jesucristo, el libro de Pablo Hoff expone, en su sección final, el triunfo y la gloria de Jesús y las partes primordiales del período fundacional de la Iglesia. Además, entre sus páginas reposan la semblanza y el retrato del Salvador que obró milagros de misericordia, tuvo un comportamiento incomparable y redimió a la humanidad de su pecado.
La resurrección de Jesucristo constituye junto con la ascensión, que, en su complemento, el sello de aprobación del Padre sobre las afirmaciones y la obra expiatoria de Su Hijo. Estos fueron los dos acontecimientos que pusieron término a la vida terrenal del Salvador, transformaron en exaltación su estado de humillación y marcaron el inicio de su ministerio celestial. La resurrección del Señor es el milagro más grande de la Biblia. El apóstol Pablo señala que la resurrección de Cristo es la piedra fundamental de la fe cristiana (1 Corintios 15:1-20). Cook observa acertadamente: “Si bien la muerte de Cristo nos llena de la más honda tristeza, su resurrección nos llena de gran gozo”.