En la serie “Lost Faces of the Bible” (Rostros perdido de la Biblia), de National Geographic, los artistas utilizan cráneos de un hombre de Galilea que pudo haber escuchado el Sermón del Monte, y de una mujer filistea, que puedo haber conocido a Dalila, la esposa de Sansón, para recrear como pudieron haber lucido.
“Puedes ver reconstrucciones faciales de los pueblos antiguos- de Islandia, de Europa o de las momias egipcias, pero nunca se ven los rostros bíblicos. Nunca se ve a la gente de la Tierra Santa de Israel”, dijo el cineasta Simcha Jacobovici.
Cuando los huesos humanos se encuentran en Israel, a menudo se vuelven a enterrar de inmediato, por lo que trabajar con este tipo de cráneos es raro.
“Nos dimos cuenta de que la tecnología nos da la oportunidad de hacer en Israel, lo que se ha hecho en otras partes, es decir, que los rostros antiguos vuelvan a la vida”, dice Jacobovici.
Utilizando técnicas de investigación criminal, Jacobovici, y el antropólogo Israel Hershkovitz y su equipo reconstruyeron cuatro rostros de la antigüedad para profundizar en las historias de la Biblia.
“Quiero contar la historia del pueblo judío en Galilea y utilizarlos y usar la reconstrucción facial para mirar la historia desde un ángulo diferente”, explica Hershkovitz.
Las otras piezas son un bebé cananeo colocado en un frasco y enterrado debajo de una casa, que probablemente pudo haber sido víctima del sacrificio de niños, y un cazador de 6 mil años de edad, que podría mostrar la vida del mundo de Jacob y Esaú, o Caín y Abel.
Los expertos comenzaron por la realización de una tomografía axial computarizada de los cráneos reales. Un artista llena cualquier daño post-motem.
Una copiadora en 3D imprime capas de la imagen digital como pegamento en sucesivas capas de polvo fino.
La artista forense Victoria Lywood da al cráneo un rostro. El resultado es increíble.
“Así que esencialmente lo que estás haciendo es ir rasgo por rasgo y desarrollando cada uno de ellos de acuerdo con los estudios, y luego lo que obtienes al final es una aproximación de la persona que estabas buscando”, dice ella. Lywood asegura que no prevé la forma del rostro que verá.
“Solo trabajas y ves lo que obtienes al final de ello. Y quedo sorprendida… Cuando vi al hombre que conoció a Jesús… Pensé, déjame ver mis medidas porque este tipo se parece a alguien que podría ser de la Biblia o algo así”.
Al mismo tiempo, otro artista forense trabajó en la reconstrucción digital de la misma manera como la animación se hace en la actualidad. Su hombre de Galilea fue similar en algunos aspectos, pero diferente en otros.
Hershkovitz dice que espera que estas reconstrucciones ayuden a los jóvenes a comprender sobre el valor de la historia. “Si queremos tener un futuro mejor, tenemos que aprender más sobre el pasado”, razona.
Jacobovici por su parte, dice que espera que el trabajo reavive el interés en la Biblia. “Espero que a través del vehículo de la reconstrucción moderna forense tipo CSI, las personas puedan volver a la Biblia y a la lectura de estas historias que son realmente la sangre vital de la civilización occidental”.
