Noticias
06 de Agosto del 2014
Cristianos y yazidíes son ejecutados por el Estado Islámico
Unas cien familias fueron detenidas por los extremistas en un aeropuerto desde el que intentaban huir. Mataron a todos los hombres; las mujeres y niños están en paradero desconocido.
El derramamiento de sangre continúa a manos del Estado Islámico, cuya expansión se ha hecho más tangible en los últimos días en la zona del Kurdistán iraquí, donde se encuentra la mayor comunidad yazidí, así como muchos cristianos.
Según denunció el grupo Media Luna Roja de Irak, los extremistas han detenido cerca de cien familias, cristianas y yazidíes, en el aeropuerto de Tel Aftar. Los hombres del grupo fueron ejecutados, mientras que las mujeres y los niños fueron trasladados a un lugar desconocido, donde probablemente “sean vendidos como esclavos”, dice la organización.
Decenas de miles de kurdos yazidíes están huyendo de las milicias en el norte de Irak. El 3 de agosto, los extremistas se apoderaron de la ciudad de Sinjar, en el Kurdistán iraquí, cerca de la frontera del país con Siria.
Sinjar es el hogar de los yazidíes de Irak, una “minoría entre las minorías” según el miembro de la Junta de Misiones Bautistas Internacionales David Edwards, que ha pasado los últimos 14 años de trabajo entre los kurdos.
Aunque étnicamente kurdos, los yazidíes no son musulmanes, como la mayoría de los kurdos, explica Edwards en un reportaje de Baptist Press.
Los yazidíes siguen una religión antigua enraizada en el zoroastrismo que los radicales equiparan con el “culto al diablo”, haciendo del grupo un objetivo prioritario junto con los cristianos, los musulmanes chiítas y cualquier otro sistema de creencias fuera del marco ultraconservador de los militantes del islam. El ultimátum es simple: convertirse o morir.
Aterrados por la violencia brutal hacia los cristianos cuando fueron capturados en Mosul en junio, muchos yazidíes de Sinjar abandonaron la ciudad el domingo cuando supieron que las fuerzas de seguridad kurdas se retiraron de ese lugar, según los informes.
Muchos residentes dejaron todo atrás. Miles de yazidíes escaparon a las montañas cercanas a pie. Según Unicef, entre los que escaparon se encontraban unos 25.000 niños.
“Van a encontrarse con el infierno”, dijo Harper, que tiene una amplia experiencia en el Kurdistán. Las montañas desérticas de Sinjar tienen poca vegetación y no hay agua.
Los contactos kurdos de Harper dicen que al menos 50 yazidíes han muerto en la travesía, incluyendo a niños. Muchos más podrían perecer en los próximos días. Mientras tanto, los yazidíes que no salieron de Sinjar permanecen encerrados en sus casas, a merced del Estado Islámico.
Según informó el gobierno iraquí, este miércoles se han realizado lanzamientos de comida y agua en paquetes desde aviones. Los lanzamientos desde el aire son la única posibilidad del gobierno de hacer llegar comida a los yazidíes, ya que los accesos por tierra a las montañas en las que se encuentran están controlados por el Estado Islámico.
La situación es tan grave que más de 300 yazidíes kurdos en Lincoln (Nebraska) se manifestaron frenteal edificio de la capital del Estado para crear conciencia sobre la crisis que atraviesa su pueblo.
Lincoln es el hogar de una de las mayores poblaciones yazidí del mundo fuera de Kurdistán, y los residentes están desesperados por hacer algo.
Entre las manifestantes se encontraba Gulie Khalaff, de 28 años, que nació en Siria, pero sus padres son de Sinjar. Gran parte de su extensa familia aún reside allí, y la mayoría de los kurdos tienen familiares o amigos en la ciudad.
Jenn Worley, miembro de la Iglesia Bautista de Lincoln, ha compartido el amor de Cristo con la comunidad Yazidi de la ciudad durante más de una década. La maestra de 27 años de edad lleva un estudio bíblico en su casa para chicas yazidíes en edad escolar. Junto al pastor Mark Jones participaron de la manifestación y están ofreciendo su apoyo a la comunidad.
Fuente: Protestante Digital.
Comentarios