“Dios nos puso este sentir en nuestro corazón, de ir a las calles a predicar. En el transcurso del camino se añadieron hermanos de diferentes países”, cuando la Palabra de Dios llega a una vida su gracia se manifiesta, “Es impresionante ver las lágrimas de las vidas arrepentidas y entregándose a nuestro Señor”, expresó Carlos Andres Espejo.
Esta es una de las muchas historias que suceden en las calles de Guayaquil, el esfuerzo de nuestros hermanos se ve reflejado cuando vidas necesitadas llegan al coliseo, donde se lleva a cabo un evento espiritual, donde esperan recibir de la misericordia de Dios.
Monica y Angela llegaron al coliseo sintiendo la curiosidad de ver lo que estaba pasando en este lugar, ahora ellas están muy agradecidas a Dios por haber venido.
Es fácil poder expresar nuestras opiniones y gozarnos del esfuerzo de nuestros hermanos en diferentes partes del mundo, pero ¿qué estamos haciendo nosotros al respecto? ¿Sientes la necesidad en tu corazón de compartir esta noticia? Qué esperas, sal de tu casa y proclama el mensaje de las buenas nuevas que nos mandó nuestro Señor.
Fuente: Impacto Evangelístico