El punto principal de esta escena la calidad del fundamento, que es lo que va a determinar la firmeza o la ruina del edificio.
EL HOGAR DE ADÁN Y EVA
Dios creó a Adán del polvo de la tierra. También hizo a la mujer y la trajo al hombre (Génesis 2:21-23). En ese hogar había felicidad y unidad, ¿qué fue lo que afectó esa relación? Las relaciones de ese hogar se dañaron cuando se dejó a un lado la Palabra de Dios.
El hogar fue instituido por Dios, por lo tanto, cualquier persona que toma los principios divinos y los aplica le da buenos resultados. Sabemos que miles de hogares se destruyen diariamente, las estadísticas en todos los países son alarmantes, algunos han dicho que de cada cinco matrimonios solo dos permanecen siete años, y hay matrimonios que permanecen más pero no son felices. Queremos que los hogares permanezcan y en lugar de debilitarse se fortalezcan en Dios. Dios tiene que ser el centro de la vida y del hogar.
CONCEPTOS PARA EDIFICAR LA CASA O EL HOGAR
1.-CONOCER EL TERRENO
Se tiene que ser minucioso en su elección, el terreno tiene que ser firme, debemos conocer las debilidades del terreno, hay que ver cómo está la tierra por debajo (capas subterráneas), si hay algún manto freático o humedad que pueda deteriorar el fundamento.
Para ir al matrimonio es importante estar “enamorado”, no se fije en las apariencias porque muchas veces es engañosa. Procure conocer al novio (o novia), si es compatible con tu forma de ser; puede ser muy espiritual, pero no quiere decir que pueda ser tu pareja.
Si alguien es buen hijo podrá ser un buen compañero, pero si encuentras a uno que no le importa su padre, su madre, su familia, hay que tener cuidado. Y que de aquellos carnales que le piden la prueba de amor a su novia, si se lo pide repréndalo en el nombre de Jesús.
Valora la vida espiritual, las convicciones de la persona. Si tú conoces verdaderamente a Cristo, debes saber si esa persona ama a Dios, si es así las cosas van a ir bien.
2.-ORDEN U ORGANIZACIÓN
Para edificar alguien tiene que hacer un plano, hacer los cálculos, suplir muchas cosas. El orden nos lleva a tener un hogar saludable; ahí hay comunicación, hay unión de fuerzas, unión de recursos y este tipo de orden nunca se puede dejar a la espontaneidad.
Generalmente, cuando hay gente joven que quiere casarse les aconsejamos que primero terminen su carrera. Tampoco se pueden casar aunque digan que tienen fe, ¿fe en quién? ¿En su papá o en su suegra o suegro?, tiene que haber una disposición de recursos porque cuando en ese hogar asome el hambre no va a decir “te amo mucho”, porque cuando el niño llore de hambre hay que atenderlo.
En este sentido, la construcción de un hogar tiene que ser una labor de equipo (él y ella), para poder construir en el orden correcto.
3.-ESFUERZO
Las Escrituras dicen que el hombre cavó y ahondó en la roca, eso no es fácil. El que lo hizo sobre la arena sólo acomodó un poquito. Hay que tener cuidado y desconfianza con los atajos fáciles, en el hogar siempre este tipo de atajo va a resultar engañoso. El esfuerzo es ir más allá de la fuerza normal, en el hogar hay que esforzarnos, las cosas no son fáciles, hay que sacrificarse. Nunca puedes amar más de lo que puedes sacrificar, esa es la medida de Dios. ¿Cuánto amas a tu pareja? ¿Qué tanto estás dispuesto a sacrificar por tu hogar?
Hay matrimonios que no quieren ni siquiera sacrificar una costumbre superficial de la vida, hasta se han divorciado por la forma como aprieta el tubo del dentífrico. Hay problemas grandes, golpes, palabras hirientes, ¿qué pasa? Con un pequeño sacrificio se puede resolver el problema.
El diablo no puede destruir el hogar, porque Dios pelea por el hogar. Esas costumbres, esos arrastres del mundo, todo eso, con un borrón queda fuera en el nombre de Jesucristo.
4.-LA PRUEBA O TEST
Una vez construida la casa, vinieron las tempestades, soplaron vientos, descendió lluvia, vinieron ríos y azotaron contra la casa. Viene la prueba, pero la casa no cayó, permaneció el fundamento, la roca lo mantuvo firme contra los elementos. La clave es “perseverancia”. El hogar tiene que ser probado, en la prueba el hogar se fortalece.
Todo hogar afronta problemas, eso es común, ese es el viento que azota; pero también “vinieron ríos, y dieron con ímpetu”. Aquí habla de lo inesperado, que se sale de su cauce; cuando hay tempestad es cuando el hogar entra en crisis. Pero donde está Dios, el viento no la destruirá, el río no la acabará, la tempestad no la derribará, porque el fundamento es Cristo.
El que edificó bajo otros conceptos, no con esfuerzos, ni con el orden divino, su casa se derrumbó, no pudo soportar, no se mantuvo en pie y “fue grande su ruina” (Mateo 7:27).
Estar sobre la roca hizo que no se cayera la casa, fue lo que la sostuvo. Qué privilegio tener a Cristo, que es el Señor, es la Roca, es el fundamento del hogar.
Rev. José SotoVicepresidente internacional del M. M. M.