Para el anciano Paul Johnson, negarle leer la Biblia en la acera es una ofensa muy grande a sus principios cristianos y, a la libertad de expresión y de fe que se pregona en Estados Unidos.
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“Me sorprendió que una ciudad tenga una ley que prohíba a cualquiera leer la Biblia en una acera pública sin el permiso de la ciudad. Todo lo que quiero hacer es hablarle a la gente sobre el amor de Jesús leyendo mi Biblia, pero me preocupaba que pudiera ser arrestado si lo intentaba”, detalló Johnson.
Johnson, quien encontró la felicidad y el perdón de sus pecados en Cristo Jesús, por su avanzada edad no puede ir a predicar a otras partes la Palabra de Dios, por esa causa predica en las calles cerca a su casa, pero se ve atemorizado por la ordenanza.
“Esta ley es excesiva e inconstitucional, carece de base legal, espero pueda hallar una solución a este problema.”, señaló el anciano.
Abogados cristianos tomaron el caso del anciano y enviaron una carta al estado de Tennessee para que revisen el caso y puedan dar la viabilidad al anciano predicar la Palabra de Dios en las calles o aceras de la ciudad sin causar molestia alguna.
En la misiva se escribe ” dejar compartir pacíficamente sus creencias religiosas en eventos futuros sin imponer el requisito inconstitucional de permiso para ‘demostraciones”.
Fuente: CBN