India: Extremistas atacan a pastor por compartir el evangelio

Cuando los hindúes descubrieron que el pastor Tilak había logrado que 40 familias se convirtieran a Cristo, instaron a los naxalitas, un grupo comunista en la India, a que lo silenciaran. Pero nadie, ni siquiera los naxalitas y extremistas hindúes, creerían lo que Dios haría aquella noche con Tilak.

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Apenas finalizó el culto, sus atacantes se apresuraron a aprisionarlo. Ataron sus manos y piernas a su espalda y agarrando un palo grueso, comenzaron a golpearlo sin piedad. En medio de los golpes un naxalita le increpaba: “¿Dejarás o no tu fe cristiana?”. La respuesta de Tilak fue con voz débil pero llena de convicción: “No puedo dejar mi fe”.

Con el cuerpo ensangrentado y destrozado, fue obligado a arrastrarse entre espinas. “Mientras me arrastraba, colapsé y cuando creía que ya no podría más, una imagen de mi Señor de camino al Calvario me mantuvo cuerdo”, recuerda Tilak en una entrevista para Open Doors. Cuando ya no soportaba más la tortura, los naxalitas celebraron al verificar su muerte.

Regresando al pueblo con la cabeza en alto, fueron a las casas de los cristianos, riendo y gritando: "Miren, así como su Jesús fue asesinado, así hemos hecho con su pastor”. En ese entonces, múltiples familias cristianas se apresuraron en busca de su amado pastor. Cuando lo encontraron, regresaron a casa en lágrimas. Pero mientras lloraban, sucedió algo inimaginable, Tilak comenzó a moverse.

¡Estaba vivo! Cuando sus enemigos escucharon las noticias, no podían creerlo. Miraban con incredulidad preguntándose: “¿Quién es ese Jesús que tiene el poder de dar vida?”. Tilak no fue silenciado y aunque sufrió una tortura inhumana, su fe inquebrantable sigue intacta. Actualmente Tilak y su familia se encuentran proclamando el evangelio en otras aldeas.