Por Faris Whitesell
Mensajero tenaz del Señor y pionero de la difusión de la Palabra de Dios por medio de la radio en Estados Unidos, el doctor Walter Lewis Wilson ofrendó su vida al Todopoderoso y se consagró por más de 72 años a la tarea de predicar el Evangelio a todas las criaturas del mundo y al cometido de ganar almas para Jesucristo con las buenas nuevas. Médico de profesión, sirvió al Todopoderoso con humildad y guiado por el Espíritu Santo.
Wilson, quien nació el 27 de mayo de 1881 en Indiana, tuvo un profundo amor por las Sagradas Escrituras desde muy pequeño. En su niñez fue criado por su abuela porque su madre había muerto un año después de su nacimiento. Luego, en su adolescencia, el 21 de diciembre de 1896, cuando tenía 15 años, aceptó al Mesías y decidió abrazar el cristianismo. Entonces se dedicó a leer libros y folletos evangélicos y a escuchar mensajes de fe.
En 1897, motivado por su interés en el Evangelio, el seguidor del Salvador comenzó a compartir la Palabra en las calles de la ciudad de Kansas City, adonde se había trasladado para ingresar a la escuela secundaria. Dos años después, tras culminar su instrucción básica, se incorporó a la Escuela de Medicina de la Universidad de Kansas, donde se formó como facultativo. Luego se adiestró en la Escuela de Medicina Feinberg, de la Universidad Northwestern.
DOCTOR ESPIRITUAL
Una vez recibido de médico, en 1904, Walter Wilson se estableció en Webb City, ciudad ubicada en el estado de Misuri, donde montó un consultorio y se dedicó a restablecer la salud de personas enfermas. Sin embargo, en su labor diaria se percató de que los hombres y las mujeres que lo buscaban no solo necesitaban sanar sus cuerpos, sino que también requerían aliviar los pesares de sus almas con urgencia. Por ello, optó por hablar del poder del Señor en sus consultas.
Aunque no contaba con formación en teología, el siervo del Altísimo, por aquellos días, llevó a muchos de sus pacientes a confiar en Jesús con ingeniosas historias, basadas en la Biblia, que ilustraban lo que significaba ser salvo y la forma como se podía obtener la vida eterna con la ayuda de Dios. Siempre amable y humilde, transmitió un poderoso mensaje de esperanza que expuso las bondades del amor de Cristo y evidenció su grandeza y omnipotencia.
En 1905, debido a un pedido especial de su suegro, Wilson regresó a Kansas City junto con su esposa, la creyente Marion Baker, y tomó las riendas del negocio familiar de su familia política. Así, asumió la gerencia general de la compañía Baker Lockwood Manufacturing, dedicada a la fabricación de tiendas de campaña y toldos, y ejerció la medicina de forma parcial. Sin embargo, fiel a Jesucristo, profundizó su sometimiento a los designios de Dios.
El 14 de enero de 1914, en su búsqueda personal para encontrar la salvación eterna, el evangelista escuchó una prédica del pastor James Martin Grey, quien dirigía el Instituto Bíblico Moody, sobre la carta a los Romanos 12:1. En aquel instante, su biografía cambió y resolvió entregarle todo su ser al Señor para que lo guiara por el camino de la santidad. Al respecto, testificó: “Le dije a Dios, te doy mi cuerpo para que tu Espíritu Santo viva en él la vida que le plazca”.
CREYENTE FIRME
Después de rendirse a los pies de Cristo, el hermano Walter se dedicó al trabajo de pescar hombres para el redil del Todopoderoso. En 1920 ayudó a fundar el Central Bible Hall, institución que luego tomaría el nombre de Central Bible Church, donde sirvió como predicador por más cuatro décadas. Estudioso de las Escrituras, se despuntó gracias a su labor en pro de la difusión del cristianismo y se constituyó en una voz autorizada del evangelismo norteamericano.
Más adelante, en 1924, se transformó en uno de los primeros evangelistas en predicar la Palabra de Dios mediante un programa de radio que se erigió como uno de los más populares de su época en Kansas City. En este espacio, que se transmitió por las radioemisoras WOQ, WDAF y WHB hasta mediados de los años cuarenta, difundió las buenas nuevas del Señor y temas médicos. Además, anunció el plan de salvación trazado por Dios para la humanidad de manera permanente.
Junto con otros creyentes, en 1932, el médico Wilson organizó el Instituto Bíblico de Kansas City, entidad llamada posteriormente Kansas City Bible College, que presidió durante su etapa inicial. Más tarde, en junio de 1948, apoyó la apertura de la Misión Flagstaff, establecida en Arizona, con el objetivo de atender el clamor por el Evangelio de los indios navajos. Familiarizado con las necesidades espirituales de los indígenas norteamericanos, los alimentó con la Palabra de Dios.
MÉTODO EVANGELÍSTICO
Hombre de amplios conocimientos científicos y doctrinales, el predicador elaboró su propio método para irradiar el Evangelio. En ese sentido, afirmaba que la mayor parte de las conversiones se logran por intermedio de diálogos personales dirigidos por el Espíritu Santo. Además, consideraba que para ganar almas se debe diagnosticar cada caso en particular. Asimismo, recalcó, en más de una ocasión, la necesidad de apoyarse en las Escrituras.
Desde su óptica médica, sugirió veinte preguntas básicas con el objetivo de definir el tratamiento espiritual más apropiado para los futuros seguidores de Jesús. ¿Cuándo recibiste la vida eterna? ¿Eres lo suficientemente malo como para ir al infierno? ¿Tienes un abogado para defenderte en la eternidad? ¿Has preparado las pruebas de tu inocencia? ¿Por qué Dios te debería llevar al cielo? Son algunas de las interrogantes recomendadas por el evangelizador.
Walter Wilson también pensaba que era indispensable, tras confirmar el diagnóstico de fe, la aplicación del remedio provisto por las Escrituras. Al respecto, afirmaba que esa medicina no es otra que el Salvador y que el pecador debe apartarse de todo lo demás y confiar solo en el Señor. Apoyado en la Biblia, advirtió que se debe recibir a Cristo de forma personal. De igual forma, indicó que es esencial comprender la obra del Hijo de Dios en el calvario.
APOSTOLADO SIGNIFICATIVO
Con una inclinación genuina por la salvación de la humanidad, el facultativo consiguió cambiar a una significativa cantidad de seres que andaban sin rumbo por el mundo. Su mente aguda y su amplia gama de saberes le valieron para ser un portavoz eficaz del mensaje celestial. Maestro en el arte de la conversación, siempre captó la atención de los individuos con los que se cruzó en su camino. Auxiliado por el Señor, propagó la llama del Evangelio en suelo estadounidense.
Sembrador de la semilla del Todopoderoso con publicaciones apostólicas, Wilson llevó a cabo una amplia actividad de divulgación del Evangelio mediante la edición de veintidós materiales impresos que dieron cuenta de sus experiencias en la predicación de la Palabra. En sus publicaciones, sustentadas en los acontecimientos que rodearon su existencia, ofrece una serie de exhortaciones para los fieles que opten por el rescate de las almas perdidas.
Instrumento de Dios que posibilitó la redención de un gran número de ovejas, el médico Walter Lewis Wilson, quien dejó de existir el 24 de mayo de 1969 debido a un derrame cerebral, evangelizó no solo en Estados Unidos, sino también en el Reino Unido, Europa y el Cercano Oriente, y se transformó en un muy solicitado orador de conferencias bíblicas. En su vida terrenal demostró, de manera efectiva, la sabiduría, el poder y la bondad de Jesucristo.