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27 de Julio del 2018
Marginada y perseguida, pero con una gran fe
Natasha* es una ex musulmana oriunda de Malí, el séptimo país más grande de África. Desde hace 40 años ha sido excluida por su familia y ha enfrentado duras persecuciones por ser cristiana. A pesar del sufrimiento que afronta, la fe de esta joven se ve fortalecida con el pasar de los días.
►Vea también: Somalia: Musulmanes persiguen incluso a sus parientes cristianos
Según Puertas Abiertas, la familia de Natasha nunca aceptará que ella haya cambiado de religión, pero esto no afectó su fe. Incluso después de casarse, sus parientes continuaron marginándola y perturbándola con fuertes presiones para que dejara el cristianismo, pero aun así, su fe jamás menguó.
La situación de Natasha empeoró cuando los radicales islámicos tomaron Malí. Fue precisamente en este período que uno de sus hijos, Alexander, fue secuestrado. “Oré por él, para que Dios lo guardara, fue entonces que se hizo pasar por sordomudo. Entonces, solo así fue liberado”, mencionó Natasha.
Después de que su hijo fuera liberado, Natasha se mudó para poner a su familia a salvo. “Fue con la ayuda de Dios y de otros cristianos que conseguí pagar el alquiler de mi nueva vivienda y abrir mi propio negocio”, menciona la fiel cristiana. A pesar de estar en un mejor lugar, Natasha todavía se preocupa por sus hijos.
El joven Alexander quedó traumatizado con el secuestro. Además, su otro hijo, Jean, trabaja para los musulmanes. “Tengo fe que, a pesar de que mi hijo tenga jefes musulmanes, no será influenciado a aceptar el islam”, cuenta Natasha. ¡Sigamos orando por los cristianos perseguidos!
(*) Nombre modificado por motivos de seguridad
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