Reconocido principalmente por sus campañas y cruzadas evangelísticas multitudinarias en África, el reverendo Reinhard Bonnke, quien partió al encuentro con Cristo el pasado 7 de diciembre del 2019, predicó la Palabra de Dios a cientos de millones de personas a lo largo de sus sesenta años de laboral pastoral.
Miembro del movimiento pentecostal, entregó su existencia al Señor a los nueve años de edad y oyó el llamado al campo misionero antes de llegar a la adolescencia. Bonnke nació el 19 de abril de 1940 en la urbe de Königsberg, parte de Alemania, una ciudad en el Mar Báltico que ahora pertenece a Rusia. Estudió en el Colegio Bíblico de Gales y fue ordenado en su país donde lideró una congregación por espacio de siete años.
En 1967, se trasladó al reino montañoso de Lesoto y comenzó una labor misionera, cimentada en las Sagradas Escrituras, con la visión de proclamar las buenas nuevas por todo el continente africano. La localidad de Maseru, capital de Lesoto, fue el lugar que albergó al predicador en la etapa básica de su ministerio. Allí, muy cerca de la frontera con Sudáfrica, se trazó la meta de predicar el Evangelio desde Ciudad del Cabo hasta el Cairo, y desde Dakar hasta Djibouti, y de lavar al África con la sangre del Mesías.
Aferrado al mensaje del Altísimo, empezó a retar al Diablo y a ganar almas para el redil del Salvador con una labor cristianizadora tradicional. En 1974, fundó la organización “Cristo Para Todas las Naciones” (CfaN), dedicada a llevar un mensaje de fe y esperanza, y reunió a un pequeño equipo de obreros para alcanzar a los pueblos africanos. En su primer servicio, realizado en Botsuana, congregó a un centenar de almas y ministró la Palabra con una unción inusitada que, después de unos minutos, un hombre se puso de pie y lo interrumpió gritando: “¡Acabo de ser sanado!”. Entonces, inició una gran cosecha de almas.
QUEHACER EVANGELÍSTICO
La noticia de que Dios estaba haciendo milagros pronto se difundió y Reinhard culminó su campaña inaugural, efectuada en la urbe de Gaborone, con un culto al que acudió una multitud de hombres, mujeres, niños y ancianos. Miles se reconciliaron con Jehová, cientos fueron sanados y otros miles fueron bautizados por el Espíritu Santo; y esto fue solo el principio de una labor que ha logrado que más de setenta y nueve millones de personas entreguen sus vidas a Jesús.
En el desarrollo de su quehacer evangelístico en suelo africano, y debido a la gran acogida de su predicación, Bonnke empleó carpas de diferentes dimensiones para acoger a todo aquel que necesitaba conocer el mensaje de Dios y ser perdonado por sus pecados.
Primero fue un toldo con capacidad para ochocientas personas, luego uno con espacio para diez mil ubicaciones y finalmente una estructura móvil, estrenada en 1984, con un aforo de treintaicuatro mil asientos. Esa gigantesca carpa, considerada en su momento como la más grande del mundo, fue lo bastante colosal como para cubrir por completo tres campos de fútbol y tuvo mástiles que llegaban hasta una altura de un edificio de seis pisos. Se elevó como una cosechadora gigantesca, lista para moverse por los campos maduros del África.
Sin embargo, su amplitud pronto fue desbordada por masivas concurrencias y el misionero tuvo que realizar cruzadas evangelísticas al aire libre.
En el estreno de su nuevo emprendimiento de fe, el reverendo reunió a ciento cincuenta mil almas. A partir de ese momento, realizó un sinfín de fiestas espirituales que atrajeron a millones de inconversos y creyentes en diversas ciudades del continente africano. En un culto en particular, realizado en el 2000, en la urbe de Lagos, situada en Nigeria, más de un millón seiscientas mil personas asistieron para oír el Evangelio a través de inmensos sistemas de sonido.
MINISTERIO PODEROSO
Luego de recorrer África, el ministerio del siervo expandió su radio de acción y llegó a Malasia, las Filipinas, Indonesia, Singapur, la India, Estados Unidos, Brasil, Canadá, Alemania, República Checa, Reino Unido, Australia y Hong Kong. En cada nación mencionada, transmitió la sana doctrina cara a cara, y generó que cientos de miles recibieran a Jesucristo como su Salvador, y posibilitó además que grandes multitudes fueran sanadas y liberadas de fuerzas demoníacas.
En una nota de homenaje publicada tras su deceso, el pastor Daniel Kolenda, su sucesor al frente la organización “Cristo Para Todas las Naciones”, destacó que: “Aquellos que lo conocían fuera del escenario pueden testificar acerca de su integridad personal, su bondad genuina y su amor desbordante por el Señor.
Su ministerio era inspirado y sostenido por su rica vida de oración, su profundo entendimiento de la Palabra y su incesante intimidad con el Espíritu Santo”. El predicador y su equipo fueron pioneros haciendo campañas masivas de evangelismo y en el proceso atrajeron las audiencias más grandes de la historia contemporánea.
Asimismo, fue autor de más de treinta libros, enseñó ampliamente a todo el cuerpo de Cristo, fue visto regularmente en la programación cristiana e inspiró a innumerables creyentes para accionar confiadamente en la fe y vivir con pasión para Dios. En los últimos tiempos, la irrupción de la internet le permitió ampliar su alcance global a través de mensajes diarios publicados en sus redes sociales.
El hermano Reinhard es también reconocido por haber realizado una infinidad de charlas espirituales, denominadas “Conferencias de Fuego”, en muchos países del mundo, eventos que estuvieron dirigidos a formar a líderes de iglesias y obreros para el evangelismo; por distribuir más de noventa y cinco millones de ejemplares de “From Minus to Plus”, un mensaje impreso de salvación, en hogares alrededor del planeta; y por buscar cada oportunidad para salvar a los perdidos.
VOZ CONFIABLE
En su obra “Vive una vida de fuego”, una de sus publicaciones más difundidas, el evangelista testificó que: “Dios me llamó y ha sido mi piloto, el Espíritu Santo ha sido mi consolador, mi guía y mi fuente de poder, Él me llevó a conocer la esposa perfecta, Él agrandó nuestra familia. Y fue Él que proveyó un equipo que creció conmigo a través de las décadas. Más allá de eso, Él trajo a miles para apoyarnos. Ellos nos han sostenido en oración.
Nuestro premio en el cielo será igual”. En el punto más alto de sus avivamientos, invitó a los que estaban dispuestos a comprometerse espiritualmente a dar un paso adelante, lo que resultó en una masa de seres que temblaron, lloraron, saltaron, bailaron y gritaron por la relevancia de su decisión. En la actualidad, su nombre es familiar en muchas partes de la Tierra. Señalado por diversos reverendos y pastores como un modelo a seguir, es igualmente una voz confiable para comprender el poder de Cristo.
Bonnke usó la última porción de su historia para desarrollar una serie de ocho películas, titulada “Full Flame Film Series”, dirigida a inspirar a los creyentes para unirse al trabajo misionero. Su pasión fue transmitir la doctrina de Dios, labor que cumplió hasta que falleció en diciembre del 2019 y sólo reconoció a la Biblia como la única Palabra del Creador escrita, inspirada, infalible y autoritativa.
Aferrado a Jesús, remarcó siempre que el único medio de ser limpiados del pecado es mediante el arrepentimiento y la fe. Rodeado de su familia, el reverendo Reinhard Bonnke se marchó al cielo en paz luego de sellar un encomiable trabajo evangelizador, que le concedió la posibilidad de alzar la antorcha del Evangelio para iluminar a la humanidad con la revelación del Mesías, y de cumplir con los propósitos que el Señor le ordenó: irradiar las buenas nuevas en África y anunciar que Jehová provee bendición, amor, sanación y vida eterna para los que optan por aceptarlo como su Salvador.
Con información de Cristo para Todas las Naciones (CfaN).