Miembro destacado de la iglesia de Parque Lefevre, templo principal de la Obra establecida en Panamá, donde se mantiene una cuarentena total obligatoria desde el pasado 25 de marzo debido a la irrupción del COVID-19, el líder mundial del MMM cosechó alrededor de 5 mil reproducciones con su prédica en línea. A través de una emisión especial, el siervo afirmó que: “La alabanza tiene un poder intrínseco que, algunas veces, nos cuesta a nosotros reconocer y descubrir.
El libro de los Salmos es un libro de alabanza; de hecho los hebreos no lo llamaban Salmos como nosotros, sino lo llamaban el libro de las alabanzas. Son cinco libros que los hebreos antiguos tenían como su himnario”. Guiado por el Salvador, el misionero comentó asimismo que: “Lo que más encontramos en el libro de los Salmos es precisamente a un pueblo que alaba a Dios. Dentro de sus escritores tenemos a David, a Moisés, a Salomón, a Asaf y a otros más y también hay Salmos que son anónimos. Todos esos Salmos tienen el propósito de engrandecer y alabar al Dios de Israel”. Respaldado en la Biblia, el predicador anotó además que: “En la Palabra hay testimonio de que en el cielo, los ángeles y todos los seres creados allá, alaban al Rey de reyes.
Esto nos indicar que muy importante alabar a Dios. Un creyente no podría existir sin alabar a Dios. La alabanza a Dios se puede hacer en todo tiempo. La alabanza edifica nuestras vidas”. Del mismo modo, el pastor indicó que: “Aquellos que alaban a Dios se fortalecen en él. Hay experiencias muy personales y muy profundas a través de la alabanza al Señor. La alabanza puede traer avivamiento al alma, puede traer gozo al espíritu, puede traer fe en el sentido que si alabas a Dios, y esperas en él, es la forma correcta de esperar la respuesta a nuestras oraciones”.
Además, el Rev. Soto proclamó que: “Avivamiento y alabanza siempre han ido juntos. Ambas cosas funcionan en una misma dirección. El que no alaba a Dios no ofrece culto al Señor. No hay momento mejor para alabar que cuando se está en pruebas, por ejemplo, en este tiempo, cuando muchas personas están sobrecogidas de temor, cuando hay dudas de qué vendrá después que pase esta crisis. El consuelo y reposo del Señor es nuestra fortaleza”.