Historias de Vida
12 de Febrero del 2022
EL SEÑOR SANÓ LAS DOLENCIAS DE JUAN
Pasó los peores momentos de su vida por desoír el consejo de su madre. Conoció y se vinculó con una mujer que le había ocultado que estaba enferma de Sida. En medio de su desesperación buscó a Dios y encontró la sanidad a la enfermedad mortal.
EL 31 DE DICIEMBRE DEL 2004, cuando miles de jóvenes se preparan para salir a divertirse, esperando la llegada del Año Nuevo en todo el mundo, en el barrio de Mendoza, en la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana, Juan Francisco Sala de 21 años, estaba sumido en la depresión más profunda.
Temía que su vida fuera terminar en poco tiempo a causa de una enfermedad terminal y se alistaba para ir a una iglesia evangélica en busca de un milagro de Dios que le salvara la vida, una vida en la que nunca había sido completamente feliz.
Y es que su niñez en Santo Domingo fue muy triste. Su padre abandonó a su madre antes que él naciera. Por eso, creció con sus hermanos en medio del abandono y las enormes necesidades económicas, debido a que su madre trabajaba y no tenía mucho tiempo para atenderlos.
Un día, cuando Juan tenía 6 años, su madre le mostró quién era su padre. Sin embargo, mientras fue creciendo, nunca quiso acercarse a él. Siempre que lo veía por las calles se apartaba del camino, el resentimiento que sentía fue aumentado con el tiempo, debido a que el hombre nunca se preocupó por ellos.
Con mucho esfuerzo, su madre le hizo estudiar. Juan se sentía solo casi siempre, pero Dios nunca lo abandonó; los maestros de la escuela bíblica de su barrio lo llevaban a la iglesia a conocer de la Biblia.
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