Todo comenzó en 2021, cuando fue diagnosticada con cáncer de pulmón en estado 4, es decir, una etapa terminal con metástasis extendida por todo su cuerpo. Una tomografía reveló 17 manchas en su pulmón derecho, lo que llevó a los médicos a confirmar un diagnóstico fatal mediante una biopsia. Le ofrecieron tratamiento con quimioterapia, pero las probabilidades de sobrevivir eran mínimas.
Residente de Minneapolis, Dawn había servido durante años en su iglesia ayudando a jóvenes con embarazos no deseados y a matrimonios en crisis. Por eso, recibir una noticia tan devastadora la dejó en completo shock, especialmente porque hacía más de 20 años que no fumaba.
Los especialistas le dijeron que su única esperanza era tener una proteína específica que le permitiría recibir inmunoterapia con Keytruda, un medicamento que podría extender su vida. Sin esa proteína, los médicos le dieron apenas un año de expectativa de vida.
A pesar del diagnóstico, Dawn enfrentó la situación con valentía y fe, incluso cuando tuvo que compartir la terrible noticia con sus cuatro hijos. En medio del dolor, declaró:
“Sabía quién era Dios. Nunca me ha decepcionado”.
Un proceso marcado por la fe
Durante las sesiones de quimioterapia, los miembros de su iglesia comenzaron a visitarla con frecuencia. Oraban por ella, imponían manos y su pastor la ungió con aceite, algo que, según cuenta, levantó su ánimo y fortaleció su espíritu.
Su esposo, Jason Sherrill, también fue un pilar fundamental de fe. Él le dijo:
“Ya he visto demasiado como para dudar. Confío en Su palabra, aunque no comprenda todos los detalles”.
Fue entonces cuando ocurrió el primer milagro: los exámenes más recientes confirmaron que sí tenía la proteína necesaria para iniciar el tratamiento de inmunoterapia. Poco después, durante una reunión en la iglesia, Dawn tuvo una experiencia sobrenatural.
“Escuché la voz de Dios que me dijo: ‘Estoy sanándote’. En ese mismo momento sentí un calor recorrer todo mi cuerpo, como si algo fluyera por mis venas”.
Desde entonces, los médicos comenzaron a notar una mejora sorprendente. Los estudios mostraron una reducción del 25% del cáncer, y con cada control posterior, las manchas seguían disminuyendo. Finalmente, en octubre de 2021, los médicos confirmaron lo impensable:
¡Dawn Sherrill estaba completamente libre de cáncer!
Reflexión
Después de cuatro años de lucha, fe y esperanza, Dawn y su familia testifican del poder sobrenatural de Dios.
Su esposo Jason comparte:
“Jesús siempre vence. No importa lo que digan los médicos; Él hará lo que quiera hacer. Nunca me prometió el resultado, solo me pidió confiar. Lo hice, y aquí estamos”.
Dawn, por su parte, concluye con un mensaje lleno de fe:
“Servimos a un Dios increíble. Él aún sana, aún obra milagros, porque la Biblia enseña que nunca cambia”.
Su historia es un recordatorio para todos aquellos que atraviesan pruebas difíciles: la fe no garantiza un camino sin dolor, pero sí asegura la presencia de Dios en cada paso del proceso.
Como enseña Romanos 8:28 (RV60):
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
