Durante su ceremonia de graduación de educación infantil, se llamaba a cada estudiante por su nombre, mientras un narrador describía su juego favorito, la profesión que deseaban ejercer y su mayor sueño. Manuela, una niña sonriente y llena de alegría, sorprendió a todos al declarar que su mayor sueño es ver regresar a Jesús, un momento que rápidamente se viralizó en las redes sociales.
El video de este emotivo instante ha acumulado más de 600.000 visualizaciones en Instagram, recibiendo numerosos comentarios positivos de personas encantadas por el deseo de la pequeña.
“Su juego favorito es saltar la cuerda, de mayor quiere ser astronauta, su mayor sueño es ver regresar a Jesús”, anunciaba el narrador mientras Manuela caminaba sonriente por el pasillo junto a sus compañeros graduados.
Vanessa Marques, madre de Manuela, aprovechó la publicación para subrayar la importancia de que los padres cristianos transmitan la Palabra de Dios a sus hijos.
“Padres, no dejéis de pastorear el corazón de vuestros hijos. Las cosas que dicen nuestros hijos salen del corazón”, escribió Vanessa.
Añadió también:
“Enseñar a nuestros hijos a vivir para la gloria de Dios debe ser nuestro objetivo más amplio. Debemos mostrarles que la verdadera abundancia se encuentra en conocer y servir al Dios vivo y verdadero. Somos influencias formativas en nuestros hijos. ¿Qué valores se están inculcando en su hogar?”
Reflexión
Los niños son una bendición de Dios, tal como está escrito en el Salmo 127:3:
“He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.”
Por ello, es vital que los padres inculquen la Palabra de Dios desde una edad temprana. Instruir a la próxima generación en el temor de Dios les prepara para enfrentar los desafíos de la vida y recordar esas enseñanzas cuando más las necesiten.
Jesús ama profundamente a los niños y desea que sean guiados en el camino correcto, permaneciendo siempre en Sus enseñanzas.
“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” – Proverbios 22:6
Esperamos que esta historia haya edificado tu vida.
¡Dios te bendiga ricamente, querida Comunidad de Impacto Evangelístico!
