Por WALTER RUCCIUS<\/p>\n\n\n\n
En la historia de la Reforma, hay algunos nombres que eclipsan a todo el resto. Son los nombres de los grandes l\u00edderes, los hombres que proporcionaron al movimiento sus ideas esenciales y reinterpretaron el cristianismo para su generaci\u00f3n y para las generaciones posteriores.<\/p>\n\n\n\n
Cuando pensamos en aquellos d\u00edas, pensamos en Lutero y Melanchthon, Erasmo, Calvino y Zwinglio. Pero al lado de estos hombres hubo una gran cantidad de otros, que contribuyeron con sus vidas a la expansi\u00f3n de la verdadera fe. Entre ellos, hubo algunos que tambi\u00e9n fueron l\u00edderes de sus compa\u00f1eros, aunque seguidores de los grandes reformadores. La historia ha hecho poca justicia a sus memorias.<\/p>\n\n\n\n
En medio de estos reformadores, ninguno hizo m\u00e1s para ganar la gratitud de los creyentes que el siervo Johannes Bugenhagen. Fue un var\u00f3n que fue bendecido por los dones de la lealtad y el del orden. Su fidelidad fue cabal y de todo coraz\u00f3n con la Reforma y su impulsor. Su predisposici\u00f3n para obrar con equilibrio, armon\u00eda y disciplina fue similar al de un genio para arreglar las cosas.<\/p>\n\n\n\n
Su misi\u00f3n fue tomar los principios que Lutero le ense\u00f1\u00f3 y organizarlos de forma apropiada. En este trabajo, nunca se alej\u00f3 de la sana doctrina y de la adoraci\u00f3n a Dios. Te\u00f3logo, ex\u00e9geta y reformador, el reverendo Bugenhagen demostr\u00f3 su amor incondicional por el Mes\u00edas y por la salvaci\u00f3n de las almas perdidas, incluso en tiempos dif\u00edciles como una epidemia mortal.<\/p>\n\n\n\n
A mediados de 1527, cuando la peste bub\u00f3nica, la pandemia m\u00e1s mort\u00edfera de la historia de la humanidad, golpe\u00f3 la localidad de Wittenberg, poblaci\u00f3n alemana situada a orillas del r\u00edo Elba, ministr\u00f3 las buenas nuevas a las personas contagiadas y les mostr\u00f3 el amor y la misericordia del Se\u00f1or. Rodeado por la enfermedad y sus v\u00edctimas, cumpli\u00f3 su misi\u00f3n de ser un buen pastor para sus ovejas y predic\u00f3 de forma directa el Evangelio de Cristo a los moribundos.<\/p>\n\n\n\n