Todo comenzó con un infarto que, según informes, dejó a Janelle muerta durante unos minutos. Cuando llegaron los paramédicos, Janelle dijo que todo se puso blanco y experimentó algo inimaginable: Era un lugar hermoso e inexplicable, lleno de Luz con una paz inigualable.
“Estaba sin dolor, sin miedo, sólo paz, consuelo y alegría. Fue increíble. ¿Por qué querría irme? Pero de repente comencé a escuchar que alguien me llamaba. Y, en el momento que respondí, todo desapareció y ya estaba ahí nuevamente con los paramédicos”, relató.Nada se compara con el cielo. Después de darse cuenta de que había sufrido un ataque cardíaco, Janelle se enteró de que necesitaba ser reanimada debido a un shock en su corazón.
Fueron unos minutos sin un latido que le hicieron vislumbrar la vida eterna. Poco después de recibir primeros auxilios y reanimación, Janelle fue llevada al hospital donde se sometió a un procedimiento y le recetaron algunos medicamentos. A los dos días le dieron el alta y regresó a casa.
“Creo que el Señor me permitió pasar por esto por el bien de mi hija, para hacerle saber que verdaderamente Jesús es real, Dios es real y el cielo es real. Por muy difícil que sea todo, vale la pena conocer a Jesús como tu salvador y confiar en Dios, sin importar lo que estés pasando”, resumió.
“No hay nada en esta tierra que pueda darte una idea de cuán increíble y gloriosa es la paz y la alegría allá arriba. El conocimiento de saber que el cielo está ahí esperándome a mí y a todo aquel que confía y cree en Él es simplemente increíble. A ti, que lees esto, recuerda que tus dolores no son comparados a la gloria que nos espera. ¡No te rindas!”, concluyó.