Sam Orbovich quedó atrapado en su vehículo, que se vió envuelto en llamas. Este suceso provocó una rápida respuesta de conductores cercanos, los cuales detuvieron sus vehículos y se apresuraron a socorrer al anciano.
De los primeros en unirse al rescate, estaban Kadir Tolla (que se dirigía a una reunión con clientes), y Tessa Sand (una enfermera titulada de 24 años). El grupo, en total, enfrentó importantes desafíos al estar trabajando para liberar al Sr. Orbovich.
A pesar de que las puertas del lado del conductor estaban obstruidas por la barandilla y ambos lados del automóvil estaban en llamas, un miembro del equipo logró romper la ventana del lado del conductor, lo que hizo posible que estos buenos samaritanos lleven al Sr. Orbovich a un lugar seguro.
La enfermera Sand describió las terribles condiciones: “El coche simplemente se incendió por completo. Se podía sentir el calor que hacía. El olor del humo [estaba] simplemente flotando en el aire”. También reflexionó sobre el rescate reconociendo la mano de Dios en su éxito: “Es 100% un milagro”, afirmó.
Para asombro, y gloria del Señor, el Sr. Sam sobrevivió sólo con heridas leves, pero fue llevado para un examen médico.
Reflexión
Dios tiene formas misteriosas de socorrer a través de personas ajenas a uno. El es tan bueno y grandioso que pone su mano en las personas, aún si no son sus hijos; claramente lo ha hecho con Sam Orbovich.
Hay que tener presente que el Señor está pendiente de nosotros, cuidándonos del mal, y haciendo su obra milagrosa conforme a sus propósitos y ¡Para que su nombre sea glorificado!
Para culminar, queremos dejarles este pasaje bíblico estimada Comunidad de Impacto Evangelístico:
“Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará”. – Deuteronomio 31:6