Música
11 de Enero del 2016
A Jesucristo ven sin tardar
Himno que proporciona un mensaje de confianza y optimismo entorno al amor de Jesucristo. Fue escrito por el poeta estadounidense George Frederick Root.
Compuesta por el escritor norteamericano George Frederick Root, quien llegó al mundo el 30 de agosto de 1820, la canción “A Jesucristo ven sin tardar” tiene un lugar particular en la historia de la música cristiana. Surgida a partir del Evangelio según San Mateo (18:20), esta oda aporta una gran dosis de esperanza respecto a la calma que otorga el Señor a los seres humanos que aceptan someterse a su Poder y además refuerza la fe en Dios.
Cimentada en el pasaje bíblico “porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”, el himno, escrito en 1870, proporciona un mensaje de confianza y optimismo entorno al amor de Jesucristo. Así con claridad y transparencia, George Root afirma en su letra que Dios está a la espera de sus hijos y acota que Él anhela el bienestar de su rebaño. Root también recuerda que se debe escuchar al Señor hoy y no mañana que quizás sea muy tarde.
Respecto a la vida de Root es muchísimo lo que se ha escrito. Surgido en un hogar cristiano, George demostró su interés por la música prácticamente desde que abrió los ojos. A los trece años de edad llegó a dominar el mismo número de instrumentos musicales y dejó en claro que se convertiría en un referente del canto congregacional. Cinco años más tarde, en el otoño de 1838, se mudó a la ciudad de Boston, una de las urbes más antiguas de los Estados Unidos, donde tomó clases de piano y empezó a construir una prestigiosa carrera musical.
En 1945, luego de siete años de laborar en una iglesia de Boston, George fue contratado como profesor de música del Instituto de Nueva York para Ciegos, entidad creada por el filántropo Samuel Wood, donde conoció a la poetisa Fanny Crosby, una de las compositoras más prolíficas de la música sacra, con quien escribió alrededor de setenta canciones seculares entre 1851 y 1857. El crecimiento musical de Root se complementó con un viaje de estudios que lo llevó a recorrer el Viejo Continente en 1850.
A su regreso de Europa, Root empezó a trabajar con el compositor Lowell Mason, figura destacada en la música religiosa de los Estados Unidos de aquel tiempo, quien logró que se uniera a la plana de maestros de la Academia de Música de Boston. Asimismo, George se posicionó como un referente de la canción popular americana y en 1859 se trasladó a la urbe de Chicago, conocida como la ciudad de los vientos, con el objetivo de laborar en la editorial evangélica Root & Candy de propiedad de su hermano mayor.
Galardonado con el grado de Doctor Musical por la Universidad de Chicago en 1872, George Frederick Root forma parte del Salón de la Fama de la Música Estadounidense. Su fértil existencia llegó a su fin el 6 de agosto de 1985, en la isla Bailey, ubica en la costa del estado norteamericano de Maine, luego de setenta y cinco años al servicio del Señor. “A Jesucristo ven sin tardar”, uno de sus himnos más emblemáticos, llegó a los cristianos latinoamericanos gracias a Juan Bautista Cabrera, evangélico de origen español, quien tradujo el cántico en 1865.
A Jesucristo ven sin tardar
1
A Jesucristo ven sin tardar,
que entre nosotros hoy Él está,
y te convida con dulce afán,
tierno diciendo: “ven”.
Coro
¡Oh!, cuán grata nuestra reunión,
cuando allá, Señor, en tu mansión,
contigo estemos en comunión,
gozando eterno bien.
2
Piensa que Él sólo puede colmar
tu triste pecho de gozo y paz;
y porque anhela tu bienestar,
vuelve a decirte: “ven”.
3
Su voz escucha sin vacilar,
y grato acepta lo que hoy te da
tal vez mañana no habrá lugar
no te detengas, ven.
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