Este miércoles 10 se presenció algo extraordinario en el Muro Occidental de la Ciudad Vieja de Jerusalén: Miles de israelíes estuvieron juntos para “clamar, suplicar e invocar la misericordia celestial sobre todo Israel” y sobre todo por motivo de interceder por el retorno de los rehenes vigentes por el grupo terrorista Hamás en Gaza.
La gran plaza frente al muro estaba completamente llena con miles de asistentes; un porcentaje de ellos venía de lugares muy lejanos.
Una coalición de principales rabinos, organizaciones y movimientos religiosos, junto a familias de los rehenes, habían pedido al pueblo de Israel que orara con ellos rogando la misericordia de Dios para los rehenes y soldados del Estado israelí que en este momento continúan luchando en la Franja de Gaza. También solicitaron a los rabinos de todo el país que hicieran una sesión especial de oración en sus sinagogas.
“Oramos por la misericordia de Dios para Klal Israel, por la curación de los cuerpos y almas heridos, por el éxito de los soldados de las FDI y las fuerzas de seguridad, por el regreso seguro de los rehenes”, decía su declaración.
Emmanuel Ohaiun, quien se unió a la oración en masa y llegó desde el norte, en la frontera libanesa, dijo al noticiero Times of Israel: “Tengo 69 años, así que no sirvo en el ejército, pero el llamado a esta oración es mi orden de reclutamiento”.
“Existe la guerra sobre el terreno y existe la guerra santa que vino a librar”, añadió (Justo lo que dice Efesios 6:12).
El servicio estuvo muy centrado en el tema del arrepentimiento de pecados, ya que incluyó un tipo de oraciones sobre este tema llamadas selijot, también oraciones especiales para pedir el perdón del Señor, así como repetidos toques del cuerno del Shofar, que se realizan típicamente durante el tiempo previo a la fiesta de Yom Kipur (Día del arrepentimiento en la tradición judía).
El servicio fue inaugurado por Samuel Rabinovitch, el rabino del Muro Occidental y los Lugares Santos.
“Te lo imploramos, Maestro del Universo. Escúchanos, Dios misericordioso y compasivo”, entonó y oró él al comienzo.
“Aquí no hay tribus ni campamentos diferentes, aprendimos la lección. Estamos ante ti como un solo hombre, con un corazón unido, y no tenemos a nadie en quien apoyarnos más que a ti, Maestro del Universo”.
Cuando hay una situación muy emergente que nos involucra a todos, a nivel de nación, debemos tener la actitud de unirnos en clamor.
La nación de Israel es un claro ejemplo de esto, desde su capital Jerusalén, y por mucho tiempo, en momentos históricos como en el reinado de Ezequías. También es bueno ver lo que hicieron los asirios, en Nínive, como está escrito en Jonás 3:5.
Unirse de forma unitaria y multitudinaria, como compatriotas, es algo especial y que Dios ve con mucho agrado, y sabe responder e incluso obrar. Espero que esta noticia haya sido de mucha edificación para tu vida. Que Dios les bendiga mucho, querida Comunidad de Impacto Evangelístico.