Un fatídico suceso conmocionó a la comunidad de la Iglesia Lakewood en Houston, Texas, el pasado domingo. El responsable del tiroteo, identificado como Genesse Ivonne Moreno, hombre identificado como mujer, de 36 años, desató el caos al abrir fuego dentro de un templo cristiano, hiriendo gravemente a un menor y a otro individuo.
El ataque, perpetrado con un rifle AR-15, tuvo lugar durante un intervalo entre servicios, mientras la congregación se preparaba para un servicio en español. La rápida respuesta de dos agentes fuera de servicio, pertenecientes a la policía local y a la Comisión de Bebidas Alcohólicas de Texas, impidió un desenlace aún más trágico al neutralizar a la agresora.
El jefe policial de Houston, Troy Finner, informó que Moreno, quien previamente había sido Jeffrey Escalante, tenía un historial delictivo que incluía cargos por agresión, falsificación, posesión de marihuana, robo y portación ilegal de armas. Además, se descubrió que el arma utilizada en el ataque tenía la frase en ella “Palestina Libre”, lo que ha generado interrogantes sobre las posibles motivaciones políticas detrás del incidente.
Si bien aún se desconoce el motivo exacto del tiroteo, las autoridades están investigando los antecedentes y las redes sociales de Moreno en busca de pistas. También se ha revelado que el agresor había experimentado problemas en su salud mental en el pasado.
El pastor Joel Osteen, líder de la Iglesia Lakewood, expresó su alivio de que el ataque no ocurriera durante el servicio principal y enfatizó la necesidad de confiar en la voluntad divina en momentos de tragedia.
La comunidad se vio sumida en el pánico mientras los disparos resonaban en la iglesia. Testimonios de los fieles describen momentos de terror y angustia mientras buscaban refugio y protección.
Este trágico suceso plantea serias preguntas sobre la seguridad en los lugares de culto y resalta la importancia de abordar adecuadamente las enfermedades mentales y el acceso a armas de fuego en la sociedad.
A medida que la comunidad se recupera de este trágico evento, surgen interrogantes sobre cómo prevenir futuros incidentes y garantizar la seguridad de todos los asistentes a los servicios religiosos. Permanezcamos en la oración por los heridos y afectados de este suceso. Un cordial saludo, querida comunidad de Impacto Evangelístico.