Marten Visser, director de la organización misionera, dijo que el evento es muestra del avivamiento que está ocurriendo en el país. El trabajo misionero está teniendo sus frutos en un país mayoritariamente budista. Pero aun así, las misiones evangélicas están creciendo cada día más.
“No obligamos a nadie a renunciar a sus ídolos. Los discipulamos y luego, un día, el Espíritu Santo los convence de pecado”, agregó el misionero Dwight Martin. El dinamismo y la creatividad son factores fundamentales para llevar un trabajo efectivo en cuanto al Evangelismo dentro de Tailandia, el cual ya surte efecto en los habitantes al compartirles el amor de Dios.
“Cuando vamos a los pueblos no traemos la religión, sino a Jesús. Simplemente decimos: ‘¿Tienes un problema en tu vida? Entonces Jesús puede ayudarte’”, dijo Martin. Una vez que reciben el mensaje, los misioneros comienzan un trabajo de discipulado en la Biblia y la oración.
6 meses después, los nuevos creyentes ya están listos para predicar el evangelio con otros habitantes de sus comunidades. “Ellos van a nuevas aldeas todos los días para contarle a la gente sobre el amor de Dios. Cuando haces esto todos los días, muchos llegan a la fe. La meta es plantar 800 nuevas iglesias este año”, concluyó Dwight Martin.