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23 de Mayo del 2023
Milagro: joven vuelve a la vida después de perder el 100% de su sangre
Christian Pedro Alba es testigo de cómo Dios lo resucitó luego de morir por un error médico con tan solo 18 años.
En abril de 2019, Pedro viajó con su familia a Dubái. El primer día en el país se sintió muy mal. “Desde la medianoche hasta las 6 am había vomitado 13 veces”, dijo el joven, en un video en Instagram. Pedro tuvo que ir al hospital y le diagnosticaron una intoxicación alimentaria. Después de ser medicado, seguía teniendo dolor en un costado del abdomen y el médico le diagnosticó apendicitis.
El joven fue derivado a cirugía para extirpar el apéndice. Según el equipo, sería un trámite sencillo que duraría un máximo de dos horas. “Me dijeron que en cinco días estaría listo para volver a la vida normal”, recuerda Pedro. Sin embargo, durante el procedimiento, el cirujano terminó perforando una arteria y no se dio cuenta. Los latidos del corazón de Pedro comenzaron a bajar y el médico le abrió el vientre para saber qué estaba pasando.
Al abrir, la sangre comenzó a salir a borbotones hacia arriba y el equipo médico se dio cuenta de que se había perforado una arteria. En ese momento, el mejor cirujano del hospital pasó por el quirófano y fue llamado para ayudar a detener la hemorragia.
Aun así, Pedro sufrió un paro cardíaco y tuvo latidos durante 7 minutos. “Fue tan grave que tenía un 90 % de posibilidades de quedarme muerto y un 100 % de posibilidades de obtener secuelas. Tres minutos es suficiente para las secuelas, 7 minutos es mucho”, señaló.
El médico informó de la situación de emergencia a los padres de Pedro, que esperaban en la sala de espera. Pero, no podían hablar en inglés y no entendían nada. El padre salió corriendo y fue a ver a su hijo al quirófano. “Mi padre me encuentra abierto. Perdí el 100% de mi sangre, saqué 13 bolsas de sangre. Detalle: en ese hospital solo había 13 bolsas de sangre”, comentó el cristiano.
Los médicos lograron resucitar a Pedro y fue ingresado en la UCI, aún en riesgo de muerte. “Estaban esperando ver qué tan grandes eran las secuelas”, dijo. Tras tres días de coma, despertó sin secuelas, sorprendiendo a los médicos. Durante su estadía, perdió 10 kg. A pesar de enfrentar un grave problema de salud, Pedro dice que estaba muy tranquilo, porque Dios le había revelado lo que sucedería y prometió estar con él durante el calvario.
“Cuando el médico me contó lo que había pasado, recordé lo que había dicho el pastor. Y entonces supe que tenía que mantener la calma, porque Dios se estaba encargando de todo”, testificó Pedro. Según él, la experiencia le enseñó a ser más agradecido con el Señor.
Y concluyó: “Aunque tenemos nuestros problemas, el solo hecho de caminar, respirar, tener algo para comer todos los días, ya es un gran motivo para estar agradecidos con Dios”.
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