Salió entonces del campamento de los filisteos un gigante llamado Goliat, que tenía cerca de diez pies de estatura (2.92 m.), bien armado y bien protegido desde la cabeza hasta los pies; se paró en medio del campo y comenzó a insultar, ridiculizar y provocar a Israel(1 Samuel 17:8-11).
Pero amados, Dios tenía en sus reservas uno que era un poco más que un adolescente, un pastor de ovejas, uno que nunca había tomado un arma en su mano, que no tenía edad militar, uno que había expresado su determinación de salir y pelear contra aquel filisteo incircunciso.
El propio Saúl le dijo: “No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud”(1 Samuel 17:33).Añadió David:“Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, Él también me librará de la mano de este filisteo… Y Saúl vistió a David con sus ropas, y puso su cabeza un casco de bronce, y le armó de coraza.Yciñó David su espada…y probó a andar… Y dijo David a Saúl: “Yo no puedo andar con esto…”(1 Samuel 17:37-40).
“Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses. Dijo luego el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo.Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y Él os entregará en nuestras manos… Y metiendo David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, y la tiró con la honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó clavada en la frente, y cayó sobre su rostro en tierra… Entonces corrió David y se puso sobre el filisteo; tomando la espada de él y sacándola de su vaina, lo acabó de matar, y le cortó con ella la cabeza. Y cuando los filisteos vieron a su paladín muerto, huyeron.”(1 Samuel 17:41-51).
Amigos míos, hoy también se levanta en el mundo un tremendo gigante, que sigue creciendo y creciendo, y que amenaza con arruinar todo, es el horrible gigante del pecado.
Pero amados, también hoy día Dios tiene su David, este David le está dando batalla recia al gigante del pecado y lo está venciendo y decapitando, este David es la manada pequeña del Señor, es el grupo de cristianos fieles que se guardan en limpieza, en santidad, que no contemporizan ni transigen con el pecado; que con todo valor marcha adelante a enfrentarse al gigante del pecado no con vanas filosofías, ni con la armadura y fuerza de la carne, ni con un mal entendido ecumenismo, sino con las piedras lisas de la Palabra de Dios y la honda del Espíritu Santo (2 Corintios 10:4;Zacarías 4:6).Amén.