Mencionaremos algunas profecías que se han cumplido:
1).- La prueba más grande del origen divino de la Biblia son sus numerosas profecías cumplidas, cuyo número va en aumento cada día. Ningún otro libro religioso tiene profecías cumplidas.
2).- Sólo respecto al Señor Jesucristo, la Biblia tiene por lo menos 60 profecías. La Palabra de Dios declara que nacería de una virgen (Isaías 7:14), en Belén (Miqueas 5:2). Sería rechazado por su propio pueblo (Isaías 53:3), y sería traspasado (Zacarías 12:10). Todas estas profecías, pronunciadas mucho tiempo antes que se cumplieran, ocurrieron exactamente como se predijo en la Biblia.
3).- La Biblia profetizó lo siguiente más de 700 años antes que Cristo naciera: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6).
4).- Esta es una de las más grandes profecías respecto a la crucifixión de Jesucristo. Salmo 22:14-18 provee un relato descriptivo y detallado de la muerte de Cristo en la cruz. Lo sorprendente es que se escribió 1.000 años antes que ocurriera, y en ese tiempo ni siquiera se realizaban crucifixiones.
5).- Durante su ministerio terrenal, Jesús declaró que Jerusalén sería completamente destruida (Mateo 24:2). Después de unos años, se cumplió esa profecía.
6).- Más de 1.400 años antes del nacimiento de Cristo, la Biblia predijo que Israel se reuniría otra vez como nación (Deuteronomio 30:3). En 1948, más de 3.000 años después, esa profecía se cumplió milagrosamente. Con razón la Biblia dice: “Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido” (Mateo 5:18).
Mientras más conozca de las profecías bíblicas que se han cumplido, más se convencerá de que esta es la Palabra de Dios santa e inspirada, y más confianza tendrá en ella en cuanto a la preparación para su destino eterno.