Nikson Zevallos fue vestido de etiqueta. Hermelinda Manzanero asistió con un traje de gala. La ocasión lo ameritó. Delante de las autoridades municipales y religiosas, la pareja de seguidores de Jesucristo selló su amor en la Plaza de Armas del distrito de San Juan de Miraflores, en la zona sur de Lima, la capital del Perú. Fue el pasado 21 de enero, en una ceremonia histórica en la que seiscientas veinte personas unieron sus existencias en el primer matrimonio masivo cristiano organizado por el Movimiento Misionero Mundial. La boda civil, que contó con el respaldo del municipio de la comuna, fue todo un acontecimiento.
Las nupcias, presenciadas por más de dos mil personas, contaron con la participación especial del reverendo Rodolfo González Cruz, Tesorero Internacional del MMM, y el burgomaestre de San Juan de Miraflores, Adolfo Ocampo Vargas, y se transmitieron en vivo y en directo a nivel mundial gracias a la señal internacional de Bethel Televisión. Del mismo modo, al evento concurrieron ministros de Dios de toda Lima, entre los que se destacaron los pastores Armando Morales, Raúl Caldas y Andrés Espejo, y el congresista del parlamento peruano, Julio Rosas, quien aprovechó la ocasión para subrayar la labor del Movimiento Misionero Mundial en beneficio de la consolidación de la familia que es la “base de la sociedad”.
El emblemático y multitudinario acontecimiento se realizó en la Plaza de Armas, bajo un sol esplendoroso y con el lema: San Juan de Miraflores, capital de la fe cristiana. El matrimonio masivo tuvo su punto más intenso a la hora del mensaje del pastor González. El líder del MMM del Perú disertó sobre el valor del matrimonio y apuntó que: “es una institución divina. Dios lo instituyó para hacer feliz al hombre y a la mujer y para que juntos formen un hogar y tengan hijos y sean felices”.
De este modo, el vistoso matrimonio civil organizado por el Movimiento Misionero Mundial, que aglutinó a parejas de diversas condiciones sociales, fue una jornada inolvidable donde se cumplió, conforme a la Palabra del Señor, con la institución divina. Un acto que además, y según el compromiso oficial del alcalde Ocampo Vargas, se repetirá todos los años en la jurisdicción de San Juan de Miraflores, uno de los cuarenta y tres distritos de Lima metropolitana, para el beneplácito de la comunidad limeña y principalmente de los cristianos de este lado del planeta que creen, confían, practican y se someten a los mandatos y designios de Dios.
GRAN DEFENSOR DE LA FAMILIA
Durante la ceremonia, matizada por el abrazador verano limeño, el alcalde del distrito de San Juan de Miraflores, Adolfo Ocampo Vargas, condecoró al reverendo Rodolfo González con una medalla cívica en mérito a su trabajo indesmayable a favor de la cristianización de la sociedad peruana. El burgomaestre Ocampo, en su alocución, destacó la extensa trayectoria evangelizadora y misionera del siervo de Dios y apuntó que el pastor González “es un gran defensor de la importancia de la familia como célula base de la sociedad”.