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24 de Marzo del 2022
Mujer suicida escuchó el Evangelio, y ella y toda su casa se entregaron al Señor
Jesús transformó la vida de una mujer suicida y de toda su familia en un pueblo de Asia después de que un misionero tocó a su puerta y les presentó el Evangelio.
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Según Christian Aid Mission (CAM), Anh* estaba experimentando violencia doméstica por parte de su esposo alcohólico. Ngoc* bebía alcohol, fumaba opio y andaba con malas compañías. “Cada vez que se emborrachaba, golpeaba a su esposa”, dijo a CAM un líder local. Una noche, Anh se refugió en casa de un amigo. Cuando regresó a casa a la mañana siguiente, Ngoc había quemado su ropa y su título universitario.
Anh estaba tan desesperada por los constantes abusos de su esposo que consideró quitarse la vida. Tomó una botella de insecticida, pero sus hijos la vieron y trataron de detenerla, llorando. Por el bien de los niños, la madre no se suicidó ese día. La mujer comenzó a planear dejar a alguien responsable del cuidado de sus hijos para poder quitarse la vida. Sin embargo, antes de terminar su plan, un misionero tocó la puerta de su casa y le presentó el Evangelio.
Tocada por el Espíritu Santo, Anh aceptó a Jesús como su Salvador ese día. Ella invitó a su esposo a recibir también el Evangelio, pero él se negó. “No, nunca”, dijo. Pero con el testimonio de su esposa, Ngoc finalmente accedió a ir a la iglesia con ella. El hombre fue recibido por toda la congregación y eventualmente se rindió a Cristo. “La Santa Biblia es muy buena. ¿Puedes enseñarme?”, le dijo Ngoc a Anh esa noche en su casa.
Fue discipulado durante varios meses por el misionero que predicaba a la familia y poco después fue bautizado en agua. “Su vida se renovaba día a día. La embriaguez, el juego, la furia, la mentira y el opio ya no existían. Todo se transformó”, testificó el dirigente local. Tiempo después, tres de los amigos de Ngoc se emborracharon, pelearon y terminaron en el hospital. El nuevo converso visitó a sus antiguos compañeros y les dijo que Dios podía cambiar sus vidas, tal como lo había hecho con él. Allí mismo en la cama, los hombres aceptaron a Jesús.
“Más tarde, los miembros de la iglesia vinieron a visitarlos y oraron por ellos. Alabado sea el Señor, los tres nuevos cristianos estaban viviendo vidas nuevas y sus familias también recibieron a Cristo. Ahora hay un pequeño grupo en el pueblo, gracias a Dios”, celebró el líder local.
*Nombres modificados por razones de seguridad / Imagen referencial
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