1.- LA BIBLIA RECLAMA SER LA PALABRA DE DIOS
• En más de 3000 ocasiones la Biblia afirma de sí misma que es la Palabra de Dios.
• Jesús mismo citó el Antiguo Testamento como la Palabra de Dios (Lucas 24:44).
• Es interesante comprobar que Cristo ratifica precisamente los hechos del A.T. que los críticos modernos más insisten en negar: el relato de la creación, el diluvio, la destrucción de Sodoma y Gomorra, la historia de Jonás y el pez, la conversión de los ninivitas, entre otros.
2.- LA BIBLIA ES INDESTRUCTIBLE
• En el año 303 d.C. Diocleciano ordenó la quema de todas las Biblias. Para celebrar su aparente éxito, mandó que se grabasen medallas con la inscripción: “se ha destruido la religión cristiana, y restaurado la adoración a los dioses”.
• Unos 10 años más tarde subió al trono Constantino, quien hizo del cristianismo la religión del Estado.
• El emperador ofreció un premio a la persona que le llevase una Biblia. Al cabo de 24 horas tuvo 50 en su poder.
• En el año 1536 William Tyndale fue quemado en la hoguera por traducir la Biblia al inglés. Antes de morir oró para que se abrieran los ojos del rey.
• Tres años más tarde su oración tuvo respuesta, al ordenar Enrique VIII la publicación de The Great Bible (La Gran Biblia).
3.- LA SORPRENDENTE UNIDAD DE SUS 66 LIBROS
• 40 escritores diferentes: pastores, reyes, pescadores, soldados, eruditos, etc.
• 13 países diferentes.
• 3 continentes.
• 3 idiomas diferentes.
• 1600 años en escribirse.
• Aunque se mencionan muchas temáticas distintas lo sorprendente es que no existe contradicción entre sus escritores.
4.- EL TESTIMONIO DE LOS HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS
• El renombrado arqueólogo judío, Nelson Glueck, en su libro Rivers of the Desert, hace notar que no ha habido jamás descubrimiento arqueológico que contradijese a la Biblia.
• La arqueología ha verificado mucho de lo que la Biblia afirma. Ver el libro: “Y la Biblia tenía razón”.