Bajo el lema: “Y conoceréis la Verdad, y la Verdad os hará libres”, basado en Juan 8:32, una gran Campaña Evangelística, en tagalog: Dakilan Ebanhelistikong Kampanya, fue organizada y realizada por parte de la Iglesia del MMM en Quezón City, Filipinas, del 26 al 28 de julio.
Para esta importante actividad se contó con la visita del Supervisor de la Obra del MMM en India Rev. Sam Jacob y el Rev. Murasurajan quien pastorea la Iglesia central del MMM de Malasia. Esta actividad buscó impactar los diferentes sectores aledaños a la Cancha de Baloncesto del Barangay Malaya, con el propósito de que más vidas lleguen al conocimiento de la Palabra de Dios y obtengan el regalo de la salvación por fe en el Señor Jesucristo.
En días previos a la campaña, los miembros de la Iglesia del MMM salieron a las calles a evangelizar usando pancartas, volantes y equipos de audio, recordando el amor del Padre y del Señor Jesucristo manifestado en el sacrificio en la cruz del calvario e invitando a disfrutar de esta fiesta espiritual.
El viernes 25, un día después de la victoria dada por el Señor en la realización de los bautismos de los primeros 5 hermanos para presentarlos como miembros en plena comunión, a las 6 de la tarde y en medio de la lluvia se dio cita al pueblo de Dios junto a vecinos y amigos del sector para gozarse alabando al Señor y recibir el mensaje de la Palabra.
En este día, con la interpretación al idioma nativo “Tagalog” por parte de uno de los miembros de la Iglesia, el Pastor Murasurajan de Malasia relató su testimonio de cómo Dios le permitió llegar al cristianismo después de estar por muchos años en el Hinduismo, en teorías postmodernas y finalmente en el ateísmo. Este testimonio causó impacto en los oyentes y fue usado como base por el Rev. Sam Jacob para predicar la Palabra de Dios. A través de este mensaje el pastor Jacob recordó que la única tumba vacía en el mundo pertenece al Señor Jesucristo porque grandes hombres o pensadores han existido pero han muerto, no obstante el Señor Jesucristo vino a la tierra, murió y resucitó, dividiendo la historia de la humanidad.
El sábado 26, después de un torrencial aguacero, la gloria de Dios se vio manifestada en un cielo despejado y un clima propicio que permitió que muchas más personas asistieran a esta fiesta espiritual, los asistentes se regocijaron alabando a Dios, y cantando himnos de adoración. Una vez concluidas las alabanzas, el pastor Murasurajan saludó a los asistentes y presentó al Rev. Sam Jacob quien trajo el poderoso mensaje de salvación, enfatizando que el Señor “es el mismo ayer, hoy y siempre”. La base de este mensaje fue el pasaje escrito en Juan 10:10-11, a través del cual los asistentes fueron invitados a abrir la puerta de sus corazones ya que a diferencia del “ladrón” el Señor Jesús no entrará en el corazón de nadie que no invite al Señor y le otorgue el permiso de cambiar y transformar su vida. En este día, un hermoso grupo de almas entregó su vida y corazón al Señor Jesucristo reconociéndole como Salvador y Señor de sus vidas.
El último y gran día de la fiesta, una vez más un precioso grupo de niños fueron los primeros en llegar para alabar al Señor y recibir el mensaje de la Palabra de Dios. Después de alabar y bendecir el nombre del Señor Jesucristo, el Rev. Sam Jacob inició el mensaje enfatizando en los niños y el amor de Dios hacia ellos y recordó las palabras del Señor en Mateo 19:14, que dijo: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.” La presencia del Espíritu Santo se hizo presente tocando y quebrantando el corazón de los niños quienes dieron testimonio de un espíritu sincero para recibir al Señor.
Estos días de campaña concluyeron dejando como resultado un grupo de adultos y niños que aceptaron el plan de Salvación del Señor Jesucristo y rindieron su vida y corazón en la presencia de Dios permitiéndole obrar e iniciar un proceso de transformación en su ser. Este último día se hizo extensiva la invitación a participar en una conferencia familiar el lunes 29, la cual fue de gran impacto para las familias que se congregaron a escuchar la Palabra del Señor y recibieron la orientación para sus hogares a la luz de las Sagradas Escrituras.
Toda la gloria y honra a nuestro Dios y Padre quien, en su gran misericordia y amor, otorgó la visita del Rev. Sam Jacob, así como del pastor Murasurajan, quienes fueron de bendición, edificación e inspiración para los miembros del MMM en Filipinas.